La Conmebol anunció en forma oficial que Lima será la sede de la final de la Copa Libertadores 2019 entre River y Flamengo. En un conclave privado, que duró más de cinco horas, se resolvió que no se jugará en Santiago de Chile el 23 de noviembre, tal como estaba estipulado. El motivo del traslado se debe a los conflictos sociales que atraviesa el país trasandino, a modo de preservar la integridad de los planteles e hinchas.
“Consenso hubo, rápido no fue. Venimos trabajando sobre una ciudad desde hace más de un año y tuvimos que encontrar la ciudad más viable. Ambos clubes están haciendo un esfuerzo enorme. Estamos en una situación de fuerza mayor. Nos decidimos por la mejor alternativa”, explicó Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol.
Contaron con posibilidades Montevideo (Uruguay), Asunción (Paraguay) y Medellín (Colombia) pero ninguna de las propuestas tuvo quórum. Uruguay fue el primero en descartarse debido a que el 24 de noviembre se celebrará la segunda vuelta de las elecciones en las que los uruguayos elegirán al próximo presidente. El presidente de Conmebol, entonces, propuso Lima, “una ciudad equidistante para los dos equipos”, que tiene un estadio con capacidad para más de 70 mil personas, amplia oferta hotelera y vuelos directos todos los días. Ambos equipos manifestaron acuerdo.
Respecto a las entradas que ya estaban vendidas, el ente sudamericano resolvió reintegrar lo embolsado por la venta de tickets a los compradores y realizar de vuelta el expendio, con prioridad para aquellos que ya tenían el suyo.