La gente anda diciendo

La gente anda diciendo que, mientras en Roma se alzaba la voz de un nuevo Papa clamando por la paz y la dignidad humana, en Argentina se profundizaban las grietas sociales bajo el peso de un ajuste implacable. El 8 de mayo, el cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como el Papa número 267 de […]

La gente anda diciendo que, mientras en Roma se alzaba la voz de un nuevo Papa clamando por la paz y la dignidad humana, en Argentina se profundizaban las grietas sociales bajo el peso de un ajuste implacable.

El 8 de mayo, el cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como el Papa número 267 de la Iglesia Católica, adoptando el nombre de León XIV. Su elección ha sido vista como un gesto de continuidad con el legado de Francisco y una apuesta por la humildad y la justicia social. En su primer discurso, recordó a su predecesor y saludó a Perú en español, mostrando su cercanía con el mundo hispano. Además, clamó por la paz en Gaza, Ucrania y el mundo, pidiendo un alto al fuego y una paz duradera.

Mientras tanto, en las calles de Buenos Aires, miles de jubilados se congregaban frente al Congreso, exigiendo pensiones dignas y acceso a medicamentos. Estas movilizaciones, comparadas con las históricas rondas de las Madres de Plaza de Mayo, se enfrentan a una creciente represión policial. Muchos jubilados, aun teniendo pensión, no pueden cubrir sus necesidades básicas y dependen de sus familias o deben seguir trabajando. La eliminación de beneficios como medicamentos gratuitos y el aumento de servicios básicos ha agravado su situación.

En el ámbito científico, el sistema nacional ha experimentado un significativo retroceso. Desde la asunción de Javier Milei, la inversión estatal en ciencia y tecnología cayó drásticamente, alcanzando niveles similares a los de la crisis de 2001-2002. Se estima que la inversión para 2025 será equivalente al 0,15% del PBI, el nivel más bajo en casi 50 años. Esta situación ha provocado una pérdida del 30% en el poder adquisitivo de los salarios de investigadores y becarios, y la eliminación de más de 4.000 empleos científicos.

En el plano político, el presidente Milei ha roto su alianza con el expresidente Mauricio Macri, buscando eclipsar al partido PRO para solidificar su movimiento libertario como la fuerza dominante no peronista. Esta estrategia ha generado tensiones y podría beneficiar a los peronistas, que ahora lideran las encuestas en Buenos Aires, tradicional bastión del PRO.

La gente anda diciendo que, en tiempos donde se necesita diálogo y empatía, el gobierno opta por la confrontación y el ajuste. Mientras el nuevo Papa León XIV llama a la paz y la justicia social, en Argentina se profundizan las desigualdades y se reprime la protesta. Es hora de que el gobierno escuche el clamor de su pueblo y retome el camino del diálogo y el respeto institucional. Porque sin justicia social, no hay futuro.