En un año que inició con “Ecos de un crimen” y siguió con “Iosi: el espía arrepentido”, estrena “Robo Mundial”, una serie que muestra su versatilidad para regresar del drama a una comedia distópica donde la Argentina que se queda afuera del Mundial de Fútbol. En esta nota: su infancia y el deporte, la escritura como lugar seguro y construido, y las pasiones de una actriz y autora argentina que decidió dejar de perseguir el éxito para vivirlo.
No creció futbolera, cuenta. “En mi familia íntima no se consumía mucho fútbol. Mi viejo me llevó a la cancha una vez cuando tenía 7 años a ver Independiente – Argentinos Juniors; perdimos 2-1”, remata con una sonrisa cómplice porque aunque no fue innato, Carla Quevedo nació en un país de pasiones. Una línea que podría ser parte de la entrañable ganadora del Oscar, “El secreto de sus ojos”, lo que visto de ese modo es aún más significativo en su historia ya que fue una de sus actuaciones más populares.
“Esa fue toda mi experiencia de niña pero después en la tardía adolescencia/ temprana adultez tengo un vínculo muy fuerte con dos de mis primos, que son hermanos para mí, mejores amigos, mi todo. Ellos son re futboleros. Conviví con uno de ellos durante varios años y ahí me volví súper futbolera. Siempre miraba los partidos de River con él”, comparte en diálogo con Filo.News.
“Por ahí históricamente en la construcción femenina, o de chica no me vino mucho el fútbol porque mi viejo no lo era y mi vieja tampoco. Pero tengo amigas que estoy segura que le van a trasmitir eso mismo a sus hijos e hijas”, Carla Quevedo.
Es actriz y escritora argentina, que cuando habla de sus raíces y su tierra reconoce haber absorbido esa intensidad propia de la sangre latina de salir con energía a la cancha de la vida. Herencia que apreció con mayor claridad luego de haber pasado diez años en Estados Unidos, a donde viajó cuando tenía alrededor de 19 años.
“Después cuando me fui a Estados Unidos, desconecté de mi yo futbolera. Y ahora hace un año y medio que ya estando de nuevo acá me volví enferma porque así soy, cuando hago algo lo hago a fondo. Y este año me fui a ver todos los partidos que jugó River de local. Estuve muy metida en el mundo”, asegura.
Sus recuerdos no sólo se relacionan con el contexto local que está atravesando la Argentina con el Mundial de Fútbol, sino también con su más reciente estreno: la serie “Robo Mundial”, para Star+. Una trama que funciona como metarrelato de la realidad nacional pero en el peor de los panoramas. Un clima distópico donde la Selección -que no es la Scaloneta- es sancionada por la FIFA y descalificada de la competencia internacional, lo que desencadena la ira masiva social.
“A mí me genera orgullo vivir en un país en el que ganar un partido de fútbol pueda hacer que de golpe todo el mundo esté de buen humor, sea más amable. A la inversa, no tanto”, Carla Quevedo.
La serie es protagonizada por Carla, junto a Joaquín Furriel (que es Lucho) y Benjamín Amadeo (Wally, con una actuación sobresaliente en esta dupla masculina), dos compañeros de una empresa de tecnología a quienes, personalmente afectados por la expulsión argentina, deciden robarse la Copa del Mundo -aquella que sólo tocan los campeones- para cambiar las cosas, para manifestar la rebeldía de un pueblo del sur del mundo frente a las decisiones coorporativas de los magnates que establecen sus condiciones. Bueno, o algo así. Episodios en clave de humor para entretener para generar complicidad con los espectadores.
“El fútbol más allá del deporte es una pasión y despierta en la gente lo que cualquier pasión. A mí me genera orgullo vivir en un país en el que ganar un partido de fútbol pueda hacer que de golpe todo el mundo esté de buen humor, sea más amable. A la inversa, no tanto”, se ríe Carla, al tiempo que sostiene que “es algo muy nuestro, muy Argentino”.
“El fútbol también genera comunidad, pertenencia, encuentro. Me parece que es re loco y a la vez no, lo que pasa con el fútbol. La nuestra es una sociedad muy pasional y tiene sentido que nos lo tomemos así”, añade.
La propuesta de la serie llegó para Carla en un año donde estrenó la película “Ecos de un crimen” (disponible en HBO Máx), y la primera temporada de “Iosi el espía arrepentido” (Prime Video, ganadora de seis premios en la primera edición de los Cóndor de Plata dedicados a las series), a través del autor, director y guionista Gabriel Nicoli, y coincidentemente luego de haber grabado otra serie basada en hechos reales en torno al deporte.
“Habíamos trabajado muy bien juntos en ‘Monzón’ y cuando él estaba desarrollando esta serie, según lo que él cuenta, todo el tiempo me tuvo a mí en la cabeza. Así que lo propuso a la plataforma y luego me lo propusieron a mí. Yo acepté enseguida, porque hacía mucho tiempo que quería volver a hacer comedia”, cuenta.
En la serie Carla interpreta a Bárbara, una organizadora de eventos que está en pareja con Wally; y que su vida también se modifica -aunque no haya aparente relación alguna- con la descalificación de la selección. Su rutina que parecía gozar de una suerte de estabilidad que se desploma (como él frente al televisor) con la noticia. La idea de su novio de devolver el dinero a quienes compren televisores en su empresa, que parecía garantizarles el sueño de una casa propia, se esfumó como todo imaginario. Con la empresa ingresando en la quiebra y el plan que le trae de robarse la Copa, todo le resulta una locura, hasta que la ve ella misma: en su propio trabajo, en una boda de la que está encargada, el caos y la bronca no quedan afuera.
“La escena del casamiento para mi personaje es muy clave porque esto va más allá de un simple hecho sino que afecta la moral de la gente”, reconoce Carla. Si bien hablamos de una ficción, lejos está de serlo que el ánimo del pueblo argentino está directamente asociado con los resultados de la Selección. “Y ella es una chica de personas: alguien a quien le importa mucho lo que le pase a los otros, que cree en una construcción colectiva y quiere ver a su novio, su familia, y a su gente feliz, entonces va a hacer lo que esté dentro de sus posibilidades y más para colaborar”, agrega.
Con producción de Pampa Films, y guión de Jesús Braceras (“Monzón”), Martín Caamaño (Oslo), Marcela Guerty (“El hombre de tu vida”), y Gabriel Nicoli, “Robo Mundial” se caracteriza por sobre su trama por su cantidad de referencias cinematográficas y a la cultura popular, que van desde el guiño a la promoción de la empresa Noblex (2018), hasta “La Casa de Papel”, “Joker”, “Misión Imposible”, al técnico Bilardo y tantas como aquella histórica arenga de Javier Mascherano a Sergio Romero en la semifinal contra Países Bajos en el Mundial de Brasil 2014: “Hoy te convertís en héroe”.
“El fútbol genera mucha satisfacción, también mucha discordia, pero es un lugar donde seguro muchos pueden encontrar una alegría cuando muchas veces tienen dificultades para vivir un momento de disfrute y distracción”, Carla Quevedo.
Carla es escritora y abrió Cancha, un emprendimiento gastronómico junto a unos amigos en Villa Crespo, donde hay imágenes de mujeres deportistas. Autora de ‘Me pelée a los gritos con el manager del spa’ y ‘Cómo me enamoré de Nicolas Cage’, en la actuación tiene participaciones estelares como recuperar la memoria de Alicia Muñiz en “Monzón” e interpretar a Liliana Coloto en “El secreto de sus ojos”.
“Dejé de ambicionar ser La actriz argentina para ser fiel a lo que soy”, Carla Quevedo.
Participó también en películas como “El cuaderno de Tomy” basada en la historia de María Vázquez, y en la televisión en tiras como “Farsantes”, “El Maestro”, “Rizhoma Hotel”. En teatro, también trabajó con Juan José Campanella en “Parque Lezama”.
* ¿Qué es para vos la popularidad?
Una forma de éxito. Pero qué es el éxito, ¿no? Por eso es una forma, en la que una llega de manera masiva a la gente. A la gente. A la que está en la calle: a las clases más populares. Y en ese sentido me parece súper noble.
Yo a veces reniego de algo que pasa en la literatura -y me ha pasado con mi libro- como que hay un cierto lugar del snobismo de que si a un libro le va bien y lo lee mucha gente pasa a ser algo menor; literatura del segundo estante. Pasa mucho con las novelas escritas por mujeres, y novelas de amor.
Muchas veces eso viene del miedo que tienen determinadas personas de perder ese lugar de privilegio que ocupan, un lugar de poca gente donde “somos poco pero nos conocemos mucho” y “somos todos especiales”. Algo que emociona a millones de personas como el fútbol “es algo menor”. Para mí no hay nada más valioso que llegarle a la gente, que ser accesible para la mayor cantidad de personas.
El fútbol genera mucha satisfacción, también mucha discordia, pero es un lugar donde seguro muchos pueden encontrar una alegría cuando muchas veces tienen dificultades para vivir un momento de disfrute y distracción.
* Una vez dijiste que cuando “Uno piensa en éxito y en deporte, son todos hombres”. Arrancamos hablando qué tan futbolera sos, porque está instalada como una identidad sólo asociada a los varones. En la serie se ve por ejemplo en el vínculo entre el personaje de Joaquín y su hijo, una construcción a base de los vínculos masculinos, pero que tu personaje entra ahí para significar otro valor. También en tu pizzería hay una foto de Evita y de mujeres deportistas, ¿encontraste una relación en eso?
Por supuesto. Me parece que hemos ido ganando terreno como en todo. La lucha feminista viene ganando terreno pero aún hay mucho por ganar. El fútbol y el deporte sigue siendo ultra machista. Te pasa viendo a los miembros de la AFA y de la FIFA, en las residencias de los clubes, son todos hombres; a lo sumo alguna abogada y porque ahora “les conviene” por las cuestiones de género. No deja de ser así y lo veo claramente. Me parece que todavía hay mucho por conquistar y le agradezco a la lucha feminista por eso: por todo lo que fueron consiguiendo y aún siguen luchando por nuestros derechos.
Yo tengo un montón de amigas que son re futboleras y que lo viven con la misma pasión. Es cierto, por ahí históricamente, o en mi familia no me vino mucho el fútbol porque mi viejo no lo era y mi vieja tampoco. Pero tengo amigas que estoy segura que le van a trasmitir eso mismo a sus hijos.
El otro día escuché que a Messi le preguntaron esto que se viene dando de invitar a las mujeres a jugar al fútbol. Y dijo algo que un poco de razón tiene: “Nosotros no tenemos que invitar a nadie; las chicas no tienen que recibir nuestra invitación”. Es algo un poco inocente en algún punto porque sí hay que gestionarlo desde las autoridades, desde el Estado y las oportunidades que se dan pero también es cierto que nosotras no necesitamos la invitación ni el permiso de nadie. En ese sentido me pareció tierno su planteo; como ‘las chicas ya juegan y han jugado siempre’. Después, que a eso no se le de prensa y dinero es otra cosa.
* Sé que te preguntan mucho qué te hizo volver de Estados Unidos, pero a mí lo que más me interesa es (en relación a la serie) pensar ¿cómo viste Argentina desde otro lugar en el mundo?
A mí me gustó mucho vivir afuera pero terminé queriendo volver. Había algo de la idiosincrasia nuestra de los argentinos que es irremplazable: el encuentro con el otro, preocuparte por un vecino, es algo muy de los inmigrantes. Es algo muy único. Lo terminé extrañando.
Podría vivir en otro país si me puedo llevar mi barrio entero con mis amigos y familia sino por ahora no lo elegiría. Para mí Argentina y las y los argentinos son algo muy valioso y eso no lo reemplaza ninguna otra cuestión material, ni de éxito en la carrera. Primó el corazón contento y sentir que no estoy sola.
* Una artista es una persona que construye universos, en tu caso tanto desde la literatura como desde la actuación, pero ¿cuál es tu lugar en el mundo?
Mi lugar en el mundo es donde está mi familia. Y no necesariamente la de sangre sino los vínculos que yo considero mi familia. Eso es algo que después de 10 años de vivir en Estados Unidos es algo que terminé de confirmar.
* Contaste alguna vez: “Pocas veces puedo pararme frente a algo y no sentirme una impostora”, ¿cómo te sentís hoy? frente a esto que hablamos ¿con qué cosas te superaste a vos misma?
Estoy en un muy buen momento porque me encuentro conectada con la gente que quiero. Creo que fue muy acertado el volver a vivir acá, también estoy más grande. Desde los 19 hasta los 30 basé absolutamente todas las decisiones en pos de mi carrera. Estuve muy sola y la pasé muy mal, un poco ninguneando el valor del peso de los vínculos afectivos y pensando que era yo sola en el mundo y que así tenía que poder. Y la verdad es que no.
Me he demostrado a mí misma que puedo, porque lo hice pero no es lo que elijo. También corrí el foco de mi carrera como actriz y lo puse en lo que a mí me hace feliz que es escribir y elegir los proyectos que hago como actriz. Dejé de ambicionar ser LA actriz argentina; estar divina para las notas. Me saqué ese peso. Seré una actriz más indie. Es muy gracioso porque cuando una suelta muchas veces se empiezan a dar las cosas con más facilidad. Estoy siendo consciente del privilegio de poder elegir, tratando de ser fiel a lo que soy y quiero comunicar.
Carla Quevedo presenta su reciente estreno “Robo Mundial”, una serie que llega en tiempos de furor por la celeste y blanca. Escritora y actriz argentina “casi famosa”, como se describe en su bio de Instagram donde discute el éxito con carisma y buscando ser lo más genuina posible.