El “privilegio de blanco” es permitido únicamente a las reinas y consortes de las casas monárquicas europeas, un dato que la cantante desconocía e incumplió en su visita al Vaticano en 2014.
Este sábado se llevará a cabo el último homenaje póstumo para dar el último adiós al Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. A esta cita, se confirmó la presencia de más de 50 mandatarios de todo el mundo y 10 representantes de las monarquías europeas, incluidas primeras damas y reinas consortes.
Como es de esperarse, la atención de la prensa mundial se centrará en soberanas que gozan de gran popularidad pública, como la reina Letizia y la reina emérita Sofía de España. Este especial interés obedece a una razón protocolar: se cree que se distinguirán con el “privilegio del blanco”, aquel que como su nombre indica, les permite vestirse de este color frente a la figura del sumo pontífice.

El privilège du blanc, o “privilegio del blanco”, es un protocolo especial que únicamente se permite a las representantes de aquellas casas reales que históricamente se mantuvieron fieles en su relación con la Iglesia. De resto, todas las mujeres que hagan presencia frente al santo padre, deben ir en riguroso color negro, incluyendo a presidentas, ministras y otros altos cargos de representación política.

Actualmente, solo seis mujeres pueden acceder a esta “indulgencia”: además de las ya mencionadas también son consideradas las reinas Paola y Matilde de los Belgas, la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo y la princesa Charlène de Mónaco.

Sin embargo, hay que aclarar, que esta excepción únicamente es posible cuando un santo padre es entronizado y se encuentra en ejercicio de su función papal.
En el presente y siendo una ocasión póstuma, las monarcas y consortes pueden usar cualquier color discreto, pero el color negro es el más adecuado y seguramente, el que todas usarán sin excepción.
El día que Jimena Barón rompió el protocolo frente al Papa Francisco
Dado que las audiencias con los sumos pontífices son ocasiones excepcionales, el protocolo de vestimenta especialmente para las mujeres, debe ser considerado en cada detalle, y esto nos lleva al desopilante caso de Jimena Barón.
Tras el deceso del papa Francisco, la cantante compartió varias fotos en sus redes para recordar cómo fue su primer y único encuentro, en septiembre del 2014. La artista conoció al papa, debido a que su pareja del momento, Daniel Osvaldo, jugaba en el Inter de Milán junto a Mauro Icardi y ese año, el equipo recibió una invitación formal del Vaticano para sostener un encuentro con Su Santidad.
Aunque Jimena recuerda aquel día como uno de los más especiales de su vida,desconocer el código de vestimenta casi le arruinó la experiencia. Decidió ir vestida de blanco impoluto y así lo contó desde su particular sentido del humor: “‘¿Que haces boluda?’” Me dijo Wanda (Nara), cuando llegué radiante como paloma al Vaticano en un mar de negro de aproximadamente 100 personas. Ahí me enteré del protocolo”.
Este error de elección requirió solicitar una excepción para la artista, quien además asistió únicamente con su hijo Momo cuando era apenas un bebé. Su expareja no pudo viajar al encuentro, pero ella no desaprovechó la oportunidad única que estaba a punto de experimentar.
Afortunadamente, hubo final feliz y se hizo una excepción en su caso, así que pudo acceder al recinto donde aguardaba el santo padre.
“Francisco cálido, amoroso, simpático. Lo bendijo a Momo, lo besó, Momo le tocó la cara y le sacó la lengua risueño. Se miraron a los ojos. Nos hablaba argentino, fue un momento muy mágico… Hablando de magia, esa fue la historia de los 10 escalones blancos más endiosados que tendré jamás para contarle a mi hijo y ahora a ustedes“, recordó la cantante con emoción y nostalgia.