Tras haber dado a conocer quién reemplazará a Marina Calabró en el ciclo de Jorge Lanata, Yanina Latorre disparó contra su colega tildándola de “zorrra”.
Si bien Yanina Latorre y Marina Calabró son compañeras de trabajo en radio El Observador, la relación entre las periodistas está pasando por un momento álgido luego de que la primera haya destapado de antemano quién reemplazará a su colega en el programa de Jorge Lanata tras la renuncia de la especialista en espectáculos.
De hecho, Latorre anticipó en LAM (América) que será Augusto “Tartu” Tartúfoli el encargado de asumir el rol que Calabró tuvo en el ciclo de Lanata durante nueve años.
En este sentido, luego de que Ángel de Brito le planteara a Yanina Latorre que revelar quién será el reemplazo de Marina Calabró, la panelista de LAM retrucó: “No soy vocera de nadie. Di una data, una primicia que no sabía ella. Vos sabés bien que nadie sabía lo de Tartu”.
Luego insistió sobre la información que dio sobre el reemplazo de Marina Calabró en el programa de Jorge Lanata: “Cuando ella renuncia voy y averiguo. Yo tengo fuentes, laburé con Jorge Lanata mucho tiempo. Pregunté quién la reemplaza y estaba el reemplazo. Ella no lo sabía, no lo sabía nadie porque lo dije como primicia. Es tan zorra que lo tuiteé y cuando voy al pase (en El Observador) le pregunté afuera del aire. Yo la verdad que vengo media emputada con ella porque soy compañera, hacemos un pase juntas, hablamos un montón. La ayudé a blanquear (su relación con Rolando Barbano), blanqueé cuando ella me lo pidió. Cuando se separó, me pidió no hablar del tema”.
En tanto que mandando al frente a Marina Calabró por todas las veces que la cubrió, Yanina Latorre acusó: “Ella venía al pase y me decía ‘no quiero hablar de la separación’, yo la respetaba… y a los tres minutos la veía hablando con Karina Mazzocco. Ella me contó miles de cosas que yo no contaría. Sé un montón de cosas del vínculo de ella con Barbano que no contaría. Sé el motivo por el cual se separaron. Ella confió en mí, sabe que no la voy a vender nunca. Y un día empecé a ver que me mentía un montón en la cara, pero fuera del aire. Y después a los tres días me daba otra versión por lo que había salido en los medios… Todo a lo zorra, ¿viste? Y a mí las zorras no me gustan. No me gusta que no me den la cara y me enfrenten. Le perdí la confianza”.