Los síntomas pueden sostenerse por un lapso de 3 a 7 días.
La infección por norovirus humano genotipo 1 y 2 es la causa del brote de gastroenterocolitis que se registró en las playas de Brasil entre el lunes 6 y el martes 7 de enero y que aún están presente.
Según las muestras evaluadas, los pacientes atendidos por los servicios médicos en Guarujá y Playa Grande, donde se registraron la mayor cantidad de casos, es considerada el epicentro de los contagios.
Las personas que transitan el brote y están afectadas de gastroenterocolitis y gastroenteritis se detectaron durante diciembre y en los primeros días de enero se produjo la masividad de casos. Debido a eso, la Secretaría de Estado de Salud de San Pablo alertó “un aumento significativo en los casos de enfermedades diarreicas”.
Alessandra Lucchesi, directora de la División de Transmisión de Enfermedades del Departamento de Salud, explicó en G1 que la transmisión de los casos puede ocurrir de forma directa, al entrar en contacto con virus, bacterias y parásitos a través del agua o los alimentos, por lo general, y también por vía fecal-oral, o de manera indirecta, que consiste en contagiarse por otros infectados.
Por esto se generan distintos problemas en el sistema digestivo, como vómitos, dolores de estómago y también diarreas que pueden llegar a ser agudas. En este último caso, dependiendo de la gravedad, el bienestar de la persona podría verse comprometido por generar niveles de deshidratación importantes, entre otros aspectos.
Además, aseguró que “los síntomas pueden sostenerse por un lapso de 3 a 7 días. Los casos tienden a ser diagnosticados como gastroenteritis y gastroenterocolitis. La principal diferencia entre una y otra es que, en el caso de la segunda, además de afectar al tracto gastrointestinal, también ataca al colon”.