Al menos 51 personas murieron a causa de los incendios forestales que desde el viernes castigan la región turística de Valparaíso. El número de víctimas siguió aumentando este sábado en medio de los esfuerzos de los bomberos por controlar las llamas.
El servicio médico legal había registrado previamente 45 muertos, pero “hay seis personas más que fallecieron en recintos asistenciales”, informó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Además de las pérdidas humanas, hay entre 3.000 y 6.000 viviendas afectadas en los incendios forestales más mortíferos de la última década, según el subsecretario.
Desde el palacio de La Moneda, en Santiago, el presidente Gabril Boric anticipó que las víctimas irán “en aumento” ante la “dimensión” que está tomando “la tragedia”, que deja además 43.000 hectáreas quemadas.
Solo en el sector de Villa Independencia, en Viña del Mar, murieron “19 personas (…), todos los cuerpos fueron levantados”, dijo más temprano la ministra del Interior, Carolina Tohá.
En la tarde el fuego volvió a reactivarse en Valparaíso. Una densa nube de humo se alzaba de nuevo sobre esta zona donde persisten las altas temperaturas en pleno verano austral.
Las autoridades decretaron toque de queda nocturno en Viña del Mar y otras tres localidades a partir de las 21 y emitieron nuevas alertas de evacuación, si bien no se ha informado del número de personas que se vieron forzadas a huir de sus hogares.
En total se han registrado 92 incendios, 40 de ellos ya fueron controlados y siguen activos 29 focos que intentan ser sofocados por los bomberos con el apoyo de helicópteros y aviones.
Las zonas más afectadas están cerca de las playas del Pacífico, 80 y 120 km al noroeste de Santiago, donde funcionan empresas vitivinícolas, agrícolas y madereras. Durante esta temporada también recibe gran cantidad de turistas.
A raíz de la emergencia, según informó la agencia AFP, el presidente Boric decretó el viernes el estado de excepción por catástrofe, para disponer de “todos los recursos necesarios” para sofocar las llamas.
Boric dijo que las autoridades están “investigando la eventual intencionalidad” de las actuales quemas. El año pasado los incendios se batieron con fuerza en el sur de Chile, dejando 27 muertos y 450.000 hectáreas destruidas.