Al menos 750 hectáreas fueron consumidas por un incendio activo que afecta los alrededores de la ciudad de Chillán en el centro sur de Chile, azotada estos días por una ola de calor en pleno verano austral.
De acuerdo a la estatal Corporación Nacional Forestal (Conaf) en la región de Ñuble, el fuego ya había afectado unas 550 hectáreas en la zona de Chillán Viejo y otras 200 hectáreas en otra localidad cercana de la capital regional, quemando infraestructura y algunas viviendas.
El servicio de prevención de desastres del Ministerio del Interior declaró alerta roja en la zona y también más al sur, en un municipio de la región del Biobío, con el objetivo de fortalecer el envío de recursos en el combate al fuego en esas zonas de intensa actividad forestal y agrícola.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, dijo a periodistas que además de la ola de calor esperada para estos días en torno a Chillán, con temperaturas de hasta 42 grados, también se prevé la llegada a la zona centro sur del llamado viento “Puelche”, seco y caluroso, que sopla desde el este cordillerano. “Es una combinación muy compleja”, señaló la autoridad.
Junto al director de la Conaf, el ministro anunció también el cierre temporal de siete parques nacionales desde Santiago al sur en las regiones Metropolitana, Ñuble, Biobío, La Araucanía y Aysén para prevenir nuevos incendios. Las autoridades también ordenaron evacuar zonas rurales de Ñuble por el riesgo.
“Es terrible porque estaba el incendio, se veía de lejos y de un momento a otro cambió el viento y en un abrir y cerrar de ojos el fuego estaba aquí”, relató Rosa Torres, que vive en las cercanías de los siniestros en Chillán, a unos 400 kilómetros de Santiago.
“Se le termina la vida a uno prácticamente, porque a la edad que tengo, tengo que empezar de nuevo a luchar para poder tener mis herramientas, perdí todas mis herramientas. Quedé de brazos cruzados”, dijo Juan Pradenas, cuya casa fue consumida por el fuego.