Durante una charla telefónica mantenida entre los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin, el mandatario chino mostró su satisfacción por el “buen momento de desarrollo” de las relaciones bilaterales desde comienzos de año en un contexto de “agitación y cambios mundiales”.
El presidente de China, Xi Jinping, garantizó a su homólogo ruso Vladimir Putin que Moscú cuenta con el respaldo de Beijing en materia de “soberanía y seguridad”, durante una charla telefónica mantenida este miércoles, informaron medios estatales chinos.
“China está dispuesta a proseguir con Rusia el apoyo mutuo en cuestiones de soberanía, seguridad y otras cuestiones de interés fundamental y preocupaciones importantes”, dijo Xi en un comunicado publicado en la agencia de noticias china Xinhua.
La retranscripción de la conversación no precisa cuáles son los temas relevantes abordados, informó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el Kremlin agregó que Xi y Putin acordaron “ampliar la cooperación en los campos energético, financiero, industrial, de transporte y otros, teniendo en cuenta la situación económica mundial que se ha complicado debido a las sanciones ilegítimas de Occidente”.
Los países occidentales adoptaron sanciones sin precedentes contra Rusia en represalia por su invasión a Ucrania, y Moscú considera que europeos y estadounidenses provocaron una desaceleración económica global.
Moscú también busca nuevos puntos de venta y proveedores para reemplazar las empresas que abandonaron el país tras la ofensiva rusa.
Putin y Xi también abordaron el “desarrollo de las relaciones militares y técnico-militares”, indicó la presidencia rusa, que calificó el intercambio de “cálido y amistoso”.
Ambos líderes enfatizaron su intención de “construir un sistema de relaciones internacionales verdaderamente multipolar y justo”.
En varias ocasiones, las potencias occidentales advirtieron a China contra cualquier apoyo a Rusia que permita mitigar el impacto de las sanciones.
La comunicación anterior
La última llamada conocida entre los dos líderes se remonta a febrero último, un día después del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania.
En un juego de equilibrio, el gigante asiático defendió la integridad territorial de Ucrania, país al que envió ayuda humanitaria y con el que mantiene una cooperación económica, pero a su vez se opuso a las sanciones impuestas a Moscú y avaló las acusaciones del Kremlin sobre posibles amenazas biológicas en laboratorios controlados por Estados Unidos en territorio ucraniano.
En la ONU fue donde expuso de forma más clara su posicionamiento al abstenerse en las resoluciones que condenaron la invasión y exigieron una retirada militar.
“A pesar de los trastornos globales, las relaciones entre China y Rusia han mantenido una buena dinámica de desarrollo”, aseguró Xi, y pidió una “coordinación estratégica más estrecha” entre Beijing y Moscú.
El presidente chino también describió su visión para poner fin a la guerra en Ucrania. “Cada parte debe promover una solución apropiada” y “de manera responsable”, dijo Xi, y afirmó que China está lista para desempeñar un papel en el proceso.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania no hubo ninguna llamada pública entre Beijing y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
El presidente chino nunca ocultó su cercanía con Putin, que considera un “viejo amigo”. Desde que Xi llegó al poder en 2012, ambos se reunieron más de 30 veces, la última en febrero pasado, primer encuentro cara a cara desde el comienzo de la pandemia de coronavirus en 2020.