Un nuevo tiroteo sacudió a Estados Unidos en la noche del sábado, cuando cinco personas murieron y 18 resultaron heridas en un bar frecuentado por personas LGBTIQ+ ubicado en la ciudad de Colorado Springs, en el estado de Colorado, en el oeste de del país. Hay un sospechoso detenido.
“Hubo un tiroteo esta noche en un bar local. Recibimos una primera llamada hacia las 23.57 de que había un tiroteo en curso en un club local conocido como Club Q”, expresó la vocera de la Policía de Colorado Springs, teniente Pamela Castro. “Hay 18 heridos y cinco muertos”, afirmó.
Castro agregó que los agentes “localizaron” dentro del bar a un sospechoso de haber efectuado los disparos. El hombre había sido herido y estaba siendo tratado, aunque no trascendió si esto se debía a la acción de los efectivos.
El Club Q dijo estar “devastado por el ataque sin sentido contra nuestra comunidad” LGBT.
“Agradecemos las rápidas reacciones de los heroicos clientes que sometieron al pistolero y acabaron con este ataque de odio”, escribió en un mensaje en Facebook.
Las autoridades, en tanto, manifestaron su preocupación por el ataque luego de un año en que la retórica antigay aumentó entre los extremistas.
El motivo detrás del tiroteo trajo recuerdos de la masacre de 2016 en el club nocturno Pulse en Orlando, Florida, que mató a 49 personas.
En junio, 31 miembros del grupo neonazi Patriot Front fueron arrestados en el estado de Idaho y acusados de conspiración para provocar disturbios en un evento del Orgullo.
Los expertos advirtieron que los grupos extremistas podrían ver la retórica antigay como un llamado a la acción.
El mes anterior, un pastor fundamentalista de Idaho le dijo a su congregación que el Gobierno debería ejecutar a las personas homosexuales, lesbianas y transgénero, alinéandose con sermones similares de un pastor fundamentalista de Texas.