Aún convaleciente y en silla de ruedas, el papa Francisco sorprendió a los 35.000 fieles que se reunieron este domingo en el Vaticano al participar de la misa de Pascua, en una breve aparición que incluyó un saludo desde el balcón de la basílica de San Pedro.
El pontífice de 88 años, quien aún se recupera de la neumonía bilateral por la que pasó 38 días internado en el Hospital Gemelli de Roma, deseó una “Buena Pascua” a todos los presentes luego de la misa del Domingo de Resurrección que encabezó el cardenal Angelo Comastri.
Luego, mientras el Papa permanecía en el balcón, uno de sus colaboradores leyó la bendición “Urbi et Orbi” que Francisco preparó especialmente para este domingo. “No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”, afirmó.
En el mensaje, Francisco pidió por la paz en la Franja de Gaza y el fin de los conflictos a nivel global. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”, reclamó, y señaló que “la paz tampoco es posible sin un verdadero desarme”.
“El Papa, con las órdenes precisas del médico de tomárselo con calma, pudo dar la bendición ‘Urbi et orbi’ desde la basílica de San Pedro”, destacó Pamela Francescato, corresponsal de C5N en el Vaticano, en Bien de Domingo. “Es una Pascua un poco anormal, con guerras en el mundo y la guerra comercial que desató Donald Trump”, añadió.
“El Papa continúa con la recuperación de la neumonía bilateral, pero está transitando la convalecencia bien, hace apariciones sorpresa a cada minuto. Un Papa muy emotivo, que está transitando el último periodo de su pontificado en una Pascua con mucho sentido político”, explicó.
En ese sentido, recordó el mensaje que el Papa dio el viernes en el Vía Crucis: “La economía de Dios no mata”. “¿Por qué? Porque vino a pasar Pascua a Italia el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, que forma parte de la iglesia norteamericana que es hostil a Francisco, más que nada en temas como la inmigración”, señaló Francescato.
Francisco recibió a Vance este domingo en un breve encuentro que duró solo unos minutos y se realizó en su residencia de Santa Marta, según informó la oficina de prensa del Vaticano. Este sábado, el vicepresidente estadounidense se había reunido con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.