Tras asumir por segunda vez el rol de Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump inició una masiva campaña de deportación de inmigrantes y el gobierno norteamericano expulsará de su territorio a dos mil colombianos que generaron disturbios e ingresaron al Hard Rock Stadium de Miami sin pagar para ver la final de la Copa América, en la que la Selección Argentina ganó por 1-0 con gol de Lautaro Martínez.
Después de rechazar un primer vuelo con cafeteros expulsados de América del Norte, Gustavo Petro, mandamás del país sudamericano, cedió ante la escalada de tensión y aceptó recibir a 91 compatriotas, que no serán los únicos exiliados: “Por lo menos 2.000 órdenes de salida corresponden a personas que se comportaton mal en la definición de la Copa América y que cometieron el delito de entrar a un escenario público con administración de privados sin pagar su boleto”, explicó Blu Radio, con sede en Bogotá.
El gobierno de los cincuenta departamentos estima que fueron 8.000 los locales el 14 de julio de 2024. Ergo, continúa cazando a los culpables: “Los investigadores han llegado hasta lugares remotos para sorprender a los responsables”. Por otro lado, hay un grupo de castigados que no perderá su casa, pero que pagará deudas de hasta 20.000 dólares.
Más allá de la campaña anti-extranjeros, las medidas de Trump, quien asumió el 20 de enero, pretenderían asentar un registro para prevenir futuros desbordes, ya que su nación organiza el Mundial de Clubes 2025 y el Mundial -de países- 2026, que organizará con las menores compañías de Canadá y México. Con este objetivo, las autoridades locales trabajan en conjunto con la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).