Entretanto, el Kremlin intentaba concretar su anunciada “venganza” por los drones sobre Moscú, apuntando a Kiev.
La Casa Blanca aclaró que no apoyaba que Ucrania lanzara ataques dentro de Rusia después de que dos drones ucranianos dañaran edificios en Moscú el lunes, mientras que las represalias que anunció el Kremlin parecían concretarse este martes en Kiev.
“En general, no apoyamos los ataques dentro de Rusia”, comentó a los periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en
una rueda de prensa.
Rusia prometió tomar duras medidas de represalia contra Ucrania y calificó los dos ataques con aviones no tripulados, incluido uno cerca de la sede del Ministerio de Defensa, como un descarado acto de terror.
“Esta es una guerra que comenzó Rusia. Esta es su guerra. Y pueden terminarlo en cualquier momento retirando las fuerzas de Ucrania en lugar de lanzar ataques brutales contra los civiles”, acotó después Jean-Pierre.
Drones contra Kiev
Rusia lanzó a primera hora del martes su sexto ataque aéreo contra Kiev en este mes, informó la administración militar de la capital ucraniana, y las alertas de ataque aéreo sonaron durante más de tres horas sobre la ciudad y la mitad oriental del país.
Rusia atacó Kiev con drones Shahed de fabricación iraní y, según la información preliminar, todos fueron derribados por los sistemas de defensa antiaérea de Ucrania, declaró Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev, en la aplicación de mensajería Telegram. No hubo víctimas ni daños graves, aunque todavía se estaba recopilando información, añadió.