Israel ordenó este viernes la evacuación hacia el sur de “todos los civiles” del norte de la Franja de Gaza, una medida condenada por la ONU y rechazada por Hamas que alcanzaría a un millón de personas, mientras continúan los bombardeos al enclave en respuesta a la ofensiva que el grupo islamista palestino hizo hace seis días.
Desde el inicio de los enfrentamientos, el 7 de octubre tras un sangriento ataque de Hamas, alrededor de 1.200 personas murieron en Israel, 258 de ellos soldados, según el Ejército, mientras se sumó como mediador en el conflicto el presidente ruso, Vladimir Putin.
Los bombardeos masivos israelíes contra el enclave han causado a su vez al menos 1.800 muertos, en buena parte civiles, indicaron las autoridades locales.
El grupo islamista retiene además a unos 150 rehenes en la Franja, de los que 13, “incluyendo extranjeros”, murieron por los bombardeos israelíes, dijo esta este viernes el brazo armado de Hamas.
El Ejército de Israel llamó a “la evacuación de todos los civiles” de la ciudad de Gaza, en el norte del enclave, hacia el sur “por su propia seguridad y protección”, con mensajes difundidos también en árabe. En principio dio un plazo de 24 horas, aunque admitió luego que esta evacuación “llevaría tiempo”.
Hamas rechazó inmediatamente la orden. “Nuestro pueblo palestino rechaza la amenaza de los líderes de la ocupación (israelí) y sus llamados a dejar sus casas y huir hacia el sur o Egipto”, afirmó la organización islamista en un comunicado.
La ONU, informada momentos antes de la orden israelí de “reubicación” de 1,1 millón de habitantes, urgió a anularla. Una evacuación de este tipo es “imposible sin provocar consecuencias devastadoras”, advirtió Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.