El presidente Joe Biden viajará este domingo a Uvalde, Texas, junto a la primera dama, Jill Biden,”para llorar con la comunidad que perdió 21 vidas en el horrible tiroteo en la escuela primaria”, según anticipó la Casa Blanca en un comunicado.
“Viajaremos a Texas para reunirnos con las familias y con suerte ofrecer algo de consuelo a una comunidad conmocionada, dolida y traumatizada”, expresó el presidente Biden, tras la masacre de la escuela primaria de Uvalde.
En tanto, este sábado, la vicepresidenta Kamala Harris sostuvo que los estadounidenses deben “ponerse de pie y estar de acuerdo en que esto no debería estar sucediendo en nuestro país y que deberíamos tener el coraje de hacer algo al respecto”.
Por otro lado, Harris, pidió la prohibición de las armas de asalto y cargadores de gran capacidad porque se trata de “un arma de guerra que no tiene cabida en la sociedad civil”, después de asistir al último funeral de una de las diez personas asesinadas el 15 de mayo en un supermercado de la localidad neoyorkina de Buffalo.
Según la agencia Europapress, la vicepresidenta de Estados Unidos dijo a la prensa local que un arma de asalto “fue diseñada para un propósito específico: matar a muchos seres humanos rápidamente”. Y remarcó: “Un arma de asalto es un arma de guerra que no tiene cabida en una sociedad civil”.
Además, la vicepresidenta sostuvo que “un arma de asalto es un arma de guerra que no tiene cabida en una sociedad civil”, y pidió un mayor control en la venta de armas y la verificación de antecedentes penales de quienes las compren, como ya sucede para obtener una licencia de conducir.