Líderes progresistas de Latinoamérica llaman a la unidad regional y fijan una agenda en común frente al COVID-19

Líderes del progresismo latinoamericano que integran el Grupo de Puebla, incluido el presidente argentino Alberto Fernández, llamaron a la unidad y coincidieron  en la necesidad de construir una agenda en común, para dar respuestas a los nuevos desafíos que atraviesa la región en relación a la pandemia del coronavirus. Grupo de Puebla, fundado en esa […]

Líderes del progresismo latinoamericano que integran el Grupo de Puebla, incluido el presidente argentino Alberto Fernández, llamaron a la unidad y coincidieron  en la necesidad de construir una agenda en común, para dar respuestas a los nuevos desafíos que atraviesa la región en relación a la pandemia del coronavirus.

Grupo de Puebla, fundado en esa misma ciudad mexicana en julio de 2019, es un espacio de reflexión e intercambio político compuesto por ex presidentes de América Latina y otras/os dirigentes identificados con el progresismo, que propone desafíos comunes e iniciativas conjuntas para la región.

Unidad frente al neoliberalismo, la puesta en marcha de un estado proveedor de bienes públicos  colectivos y la necesidad de asumir a la salud como bien público global, fueron algunos de los ítems más importantes planteados en el último encuentro, realizado el viernes pasado por videoconferencia.

“La pandemia nos impone la necesidad de asumir la salud como un bien público global.  Nos preocupa que sean los más vulnerables quienes terminen pagando los costos de la crisis. No existe dilema entre salud y economía, pues es inviable pensar en una reactivación del consumo, del ahorro y de la inversión con la amenaza latente de la pandemia”, destacaron en un comunicado oficial del Grupo, luego del encuentro.

Respecto al rol del Estado ante la pandemia, señalaron que “este panorama requerirá de la puesta en marcha de instrumentos de política social y económica de los que la región se había alejado en los últimos años, por la primacía de modelos neoliberales que delegaron la distribución de bienes básicos en el mercado”.

También se refirieron a la necesidad de repensar el modelo económico en relación al calentamiento global y convocaron a “los esfuerzos de todos los partidos, movimientos y ciudadanos”, para que se convoque una reunión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas, “que tenga como objeto una discusión sobre la gestión de la pandemia”.

Otro de los temas destacados, fue la urgencia de promover el derecho mínimo vital y móvil como prioridad en la implementación de políticas públicas en la región. También se refirieron a la necesidad de reestructurar la deuda externa y “lograr una moratoria que les permita a los Estados que la soliciten, canalizar esfuerzos para atender la emergencia y redefinir de cara al futuro, las prioridades sociales desatendidas o delegadas en el mercado”.

El presidente argentino, Alberto Fernández, evaluó que la pandemia del coronavirus evidenció que el camino “no es la meritocracia, sino la solidaridad”. El mandatario sostuvo que: “La desigualdad no es un buen camino para enfrentar situaciones críticas como estas. En muchos lugares del mundo, la solidaridad quedó a un costado cuando debería ser el común denominador que nos una y víncule”, argumentó.

Participaron también del encuentro los ex mandatarios de Uruguay, José Mujica; de Ecuador Rafael Correa; de Barsil, Dilma Roussef y Lula da Silva; de Bolivia, Evo Morales; de España José Luis Rodríguez Zapatero; de Colombia Ernesto Samper; de Paraguay, Fernando Lugo; el economista Joseph Stiglitz; el referente político chileno Marco Enríquez Omínami y la politóloga argentina Cecilia Nicolini, entre otras figuras del progresismo.