Desde que se inició el conflicto murieron más de 20 mil palestinos.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes, horas después de que Israel anunció la ampliación de su ofensiva terrestre en el enclave palestino, una propuesta consensuada para aumentar la ayuda humanitaria a Gaza y buscar medidas para crear las condiciones necesarias para poner fin a los combates.
Estados Unidos, principal aliado de Israel y que había amenazado con vetar la moción del Consejo de Seguridad durante días de disputas, optó por abstenerse después de que se modificó el texto sobre el fin de las hostilidades y la supervisión de la ayuda, lo que permitió la aprobación.
Washington ha respaldado el derecho de Israel a defenderse, pero cada vez está más preocupado por el sufrimiento de los 2,3 millones de habitantes de Gaza, debido al creciente número de muertos y una crisis humanitaria en el enclave.
En su último balance, el Ministerio de Salud de Gaza informó que 20.057 palestinos habían muerto y 53.320 habían resultado heridos en ataques israelíes desde el 7 de octubre.
El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido erradicar Hamás, el grupo islamista que dirige Gaza, después de que sus combatientes lanzaran una incursión transfronteriza en el sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando 240 rehenes, según los recuentos israelíes.
La resolución adoptada por el Consejo de Seguridad “pide que se tomen medidas urgentes para permitir de inmediato un acceso humanitario seguro, sin trabas y ampliado, y para crear las condiciones necesarias para un cese sostenible de las hostilidades”. El borrador inicial había pedido “un cese urgente y sostenible de las hostilidades” para permitir el acceso de la ayuda.
La resolución también evita que se diluya el control de Israel sobre todas las entregas de ayuda a Gaza. Tel Aviv supervisa las limitadas entregas de ayuda a través del paso fronterizo de Rafah desde Egipto y el de Kerem Shalom, controlado por Israel.
Antes de la votación de la ONU, Israel declaró que 5.405 camiones de ayuda -con alimentos, agua y suministros médicos- habían entrado en Gaza desde el comienzo de la guerra. Los grupos de ayuda afirman que es una fracción de lo que se necesita.
Un informe de un organismo respaldado por la ONU advirtió el jueves de que el riesgo de hambruna aumenta cada día.
ATAQUES AÉREOS Y BOMBARDEOS
El viernes, en Gaza, mientras se desvanecían las esperanzas de un avance en las conversaciones en Egipto para conseguir que los Israel y Hamás acuerden una nueva tregua, hubo ataques aéreos, bombardeos de artillería y enfrentamientos en toda la franja costera.
El ejército israelí ordenó el viernes a los residentes de al-Bureij, en el centro de Gaza, que se desplazaran inmediatamente hacia el sur, lo que indica un nuevo enfoque del asalto terrestre que ya ha devastado el norte de la Franja y ha realizado una serie de incursiones en el sur.
En los últimos testimonios de enfrentamientos del viernes, los residentes informaron de bombardeos de tanques israelíes contra zonas orientales de al-Bureij, objeto de la última orden de evacuación militar.
Las fuerzas israelíes se han enfrentado anteriormente a hombres armados de Hamás en los límites de al-Bureij, pero aún no se han adentrado en la zona urbana, que surgió de un campo de refugiados palestinos de la guerra árabe-israelí de 1948.
Algunos residentes se marcharon en carros tirados por burros, pero no hubo señales inmediatas de que un gran número de habitantes de Al-Bureij se haya unido a los cientos de miles que huyen.
La agencia de noticias Shehab, afiliada a Hamás, informó de intensos bombardeos y ataques aéreos sobre Jabaliya al-Balad y el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza, y de que vehículos israelíes intentaban avanzar desde el lado occidental de Jabaliya entre el sonido de disparos.
Informes de medios de comunicación palestinos e imágenes compartidas por gazatíes en las redes sociales mostraban cadáveres esparcidos por la calle y algunos enterrados bajo los escombros en los alrededores del hospital indonesio de Beit Lahiya, en el norte de Gaza.
También se registraron ataques aéreos en Jan Yunis y Ráfah, en el sur.
El ejército israelí afirmó en un comunicado que su fuerza aérea había destruido una base de lanzamiento de misiles de largo alcance en Juhor ad-Dik, en el centro de Gaza, desde la que, según dijo, “se habían efectuado lanzamientos recientes contra territorio israelí”, una posible referencia a un ataque contra Tel Aviv el jueves.