Rusia y Ucrania firmaron ayer viernes en Estambul, la capital de Turquía, acuerdos separados para permitir que Ucrania reanude sus exportaciones de cereales.
La ceremonia contó con la presencia del ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, además del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también estuvo presente.
El acuerdo es considerado como una victoria diplomática en medio de una sangrienta guerra que acaba de cumplir seis meses.
Le permitirá a Ucrania exportar unas 20 millones de toneladas de cereales cuya exportación ha sido bloqueada por Rusia desde el comienzo de la guerra.
“Hoy, hay un faro en el mar Negro”, aseguró Guterres. “Un faro de esperanza, un faro de posibilidad, un faro de alivio en un mundo que lo necesita más que nunca”.
“Han superado obstáculos y dejado de lado las diferencias para allanar el camino a una iniciativa que servirá a los intereses comunes de todos”.
Por su parte, el presidente turco afirmó que estaba orgulloso de su rol mediador en una iniciativa que “desempeñará un papel importante en la solución de la crisis alimentaria mundial”.
Poco antes de la noticia, el asesor presidencial de Ucrania, Mykhaylo Podolyak, aclaró que Ucrania no firmaría un acuerdo directo con Rusia, sino que ambas partes firmarían acuerdos “espejo”.
Añadió que cualquier “provocación” de Rusia sobre la implementación del acuerdo provocará una “respuesta militar”.