Carlos III fue coronado oficialmente este sábado como rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en una ceremonia llena de detalles históricos en Abadía de Westminster. Participan más de 2000 invitados, entre ellos, líderes políticos, representantes de la sociedad civil y de diversas casas reales. El nuevo monarca recibirá su título tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, que reinó durante siete décadas. Es el heredero que más esperó para acceder al trono.
La celebración, que formalizará también el papel del monarca como cabeza de la Iglesia de Inglaterra, comenzó a las 11 de la mañana (7 hora argentina).
El nuevo rey, de 74 años, se convirtió en el monarca número 40 de toda la historia. En su juramento dijo: “Yo, Carlos, solemne y sinceramente, en la presencia de Dios, prometo, testifico y declaro que soy un protestante fiel y que, de acuerdo con la verdadera intención de las leyes que aseguran la sucesión protestante al trono, defenderé y mantener dichos decretos en la medida de mis posibilidades de acuerdo con la ley”.
Por su parte, después de años de controversia y críticas por su relación con Carlos y su papel en la familia real británica tras la muerte de Lady Di, Camila Parker Bowles fue coronada como reina consorte en una ceremonia separada al término de la coronación de su esposo.
Carlos se divorció de Diana en 1996, tras un mediático conflicto. Diana murió en 1997 en un accidente de auto en París. Camila, de 75, se divorció de Andrew Parker Bowles, un exoficial del ejército, en 1995 tras 21 años de matrimonio.
Después de la ceremonia, habrá un banquete en el Palacio de Buckingham para celebrar la coronación del nuevo monarca con comidas tradicionales británicas. Carlos y Camila eligieron personalmente la receta de la tarta que se servirá: una quiche de espinacas, aluvias y estragón.