La baja se debe al aumento de los precios de bienes como alimentos, combustibles y energía, impulsados en parte por la guerra en Ucrania. Analistas del Banco de Inglaterra expresaron sus temores por estar al borde del período de contracción más largo registrado desde la década de 1920, y advirtieron que el desempleo casi se duplicará.
La economía británica se contrajo un 0,2% entre julio y septiembre, en lo que se estima que sea el comienzo de una larga recesión, según datos oficiales de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
Los analistas del Banco de Inglaterra (BoE) expresaron sus temores a principios de este mes de que el Reino Unido podría estar al borde del período de contracción más largo registrado.
Según la entidad, se espera que la recesión del Reino Unido sea la más larga desde que comenzaron los registros en la década de 1920 y advirtió que el desempleo casi se duplicará.
La primera estimación trimestral del Producto Bruto Interno (PBI) muestra una caída estimada del 0,2% en el tercer trimestre de 2022, debido al aumento de los precios de bienes como alimentos, combustibles y energía, impulsados en parte por la guerra en Ucrania.
La primera estimación trimestral del Producto Bruto Interno muestra una caída estimada del 0,2% en el tercer trimestre de 2022, debido al aumento de los precios.
Según la ONS la actividad en el sector de servicios se detuvo, con un crecimiento cero durante el trimestre, impulsada por una caída en el gasto de los consumidores a medida que los hogares se vieron sometidos a una presión cada vez mayor por la crisis del costo de vida.
En términos de producción, hubo una desaceleración en el trimestre para las industrias de servicios, producción y construcción; el sector de servicios se desaceleró a una producción plana en el trimestre impulsado por una caída en los servicios orientados al consumidor, mientras que el sector de producción cayó un 1,5% en el tercer trimestre de 2022, incluidas caídas en los 13 subsectores del sector manufacturero.
Mientras que el gasto real de los hogares cayó un 0,5% en el tercer trimestre de 2022.
En comparación con el mismo trimestre del año anterior, el deflactor implícito del PBI aumentó un 5,8%, reflejando principalmente las mayores presiones de costos que enfrentan los hogares.
El director de estadísticas económicas de la ONS, Darren Morgan, dijo que a las industrias orientadas al cliente también “les fue mal”, ya que las tiendas se vieron muy afectadas porque la reducción de los presupuestos familiares significaba que las personas gastaban menos.
Según Morgan, las mayores preocupaciones que las empresas dijeron que enfrentaban a principios de noviembre eran el aumento de los precios de las materias primas y los costos de la energía.
Subrayó que algunas empresas habían tomado medidas para reducir los costos siendo “mucho más diligentes”, cambiando a equipos más eficientes energéticamente y cambiando de proveedor.
“Alrededor de un tercio de la economía mundial está en recesión este año o estará en recesión el próximo año y eso se debe principalmente a los precios muy altos de la energía”
Jeremy Hunt, ministro de Finanzas
Indicó además que el feriado bancario por el funeral de la reina Isabel II influyó en el mal desempeño de la economía en septiembre, ya que algunas empresas cerraron u operaron de manera diferente y pudo haber contribuido a una caída del 0,6%.
“Alrededor de un tercio de la economía mundial está en recesión este año o estará en recesión el próximo año y eso se debe principalmente, pero no del todo, a los precios muy altos de la energía. No somos inmunes a eso en el Reino Unido”, declaró por su parte el ministro de Finanzas Jeremy Hunt a la emisora británica Sky News.
Dijo que hay un camino duro por delante y advirtió que requerirá decisiones extremadamente difíciles para restaurar la confianza y la estabilidad económica.
“Pero para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo, tenemos que controlar la inflación, equilibrar las cuentas y reducir la deuda. No hay otra manera”, expresó Hunt.
El ministro presentará la semana que viene su presupuesto, en el que se estima que incluirá recortes en el gasto público y más impuestos, mientras los británicos están siendo afectados por la peor crisis del costo de vida.