Roskomnadzor, el organismo encargado supervisar el funcionamiento de los medios, dijo que había pedido a Google que “levante cuanto antes” las restricciones contra las señales rusas RTDE y Der Fehlende Part.
Roskomnadzor, el organismo encargado supervisar el funcionamiento de los medios rusos en conformidad con la ley, dijo que había pedido a Google -propietario de YouTube- que “levante cuanto antes” las restricciones contra las señales rusas RTDE y Der Fehlende Part, eliminadas por la plataforma en Alemania. RTDE y Fehlende Part pertenecen a la cadena pública rusa RT.
El organismo recordó que la “ley prevé una suspensión total o parcial de acceso si el propietario de una plataforma no ejecuta una advertencia”, informó la agencia de noticia AFP.
YouTube asegura que bloqueó el martes las cuentas de ambas señales por “haber violado las reglas internas de la comunidad”, al difundir “falsas informaciones” sobre el coronavirus.
Rusia tiene una política de defensa contra las grandes redes sociales y plataformas digitales a las que acusa de estar a sueldo de los intereses occidentales
Ante esta medida, la redactora jefe de RT, Margarita Simonyan, criticó la decisión de la plataforma de videos y, en una publicación en sus redes sociales, caracterizó la situación como una “guerra mediática”.
El Kremlin calificó la decisión de “censura” y estimó que no se descarta “la adopción de medidas coercitivas contra esta plataforma para que respete las leyes rusas”.
“Hay señales que muestran que las leyes rusas han sido violadas y que han sido violadas de forma grosera. Esto está relacionado con la censura y con los obstáculos a la difusión de informaciones”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.
Poco antes, la Cancillería rusa acusó en un comunicado a las autoridades alemanas de “haber estimulado” esta decisión cuyo objetivo es “acallar” a un medio que les molesta.
En este contexto, “tomar medidas de represalia simétricas contra los medios alemanes en Rusia (…) parece no solo apropiado sino necesario”, agregó el ministerio.
Steffen Seibert, vocero del Gobierno alemán, subrayó que las autoridades del país no tenían “nada que ver” con esta suspensión de RT y advirtió de que “cualquiera que pida represalias no muestra un respeto adecuado de la libertad de prensa”.
Muchos países occidentales consideran que Rusia lleva a cabo campañas de desinformación en las redes sociales para sembrar la discordia o para injerir con fines electorales, como ocurrió en las presidenciales estadounidenses de 2016
RT, que emite en inglés, francés y español, es visto por algunos países competidores o adversarios de Rusia como una herramienta de la propaganda del Kremlin en el extranjero.
Según la prensa alemana, YouTube bloqueó las cuentas de RTDE porque este medio quiso, vía su cadena Der Fehlende Part, pasar por alto una prohibición de difundir nuevos videos durante una semana debido a la difusión de desinformación sobre el coronavirus.
Rusia tiene una política de defensa contra las grandes redes sociales y plataformas digitales a las que acusa de estar a sueldo de los intereses occidentales.
Entre otras medidas forzó a Google y Apple a bloquear en Rusia una serie de contenidos vinculados con el opositor encarcelado Alexey Navalny, un acto que el líder opositor criticó y calificó de “complicidad” con una presunta censura ejercida por el presidente Vladimir Putin.
Fuentes de las compañías dieron a entender que habían cedido ante Rusia porque sus trabajadores en aquel país corrían el riesgo de ser detenidos.
Muchos países occidentales consideran que Rusia lleva a cabo campañas de desinformación en las redes sociales para sembrar la discordia o para injerir con fines electorales, como ocurrió en las presidenciales estadounidenses de 2016.
De modo simétrico, Moscú y otras naciones critican el uso de los conglomerados mediáticos para fortalecer la hegemonía cultural estadounidense en el mundo.
En esa línea, el Gobierno ruso exige ahora que los gigantes de las telecomunicaciones moderen los contenidos en Rusia y se plieguen a las normas rusas, muy severas.
Las autoridades rusas pueden declarar “extremista” a cualquier organización crítica con el poder y pedir que sus publicaciones sean bloqueadas.
Twitter, acusado de no retirar contenidos considerados ilegales, funciona muy lentamente en Rusia desde marzo. Los videos, fotos y otros contenidos más pesados son muy difíciles de descargar.
En enero, Putin consideró que los gigantes de Internet “competían” con los Estados y denunció sus “intentos de controlar brutalmente la sociedad”.
Rusia se dotó en 2019 de una ley para el desarrollo de un internet soberano. Las autoridades desmienten querer construir una red nacional bajo su control, como ocurre en China, pero es exactamente lo que temen la oposición y las ONGs.
Los gigantes digitales tendrán que abrir en breve representaciones oficiales que serán responsables de “cualquier infracción a la ley rusa”.