Rusia y Ucrania intercambian culpas, sobre el bombardeo a la prisión de prisioneros de guerra ucranianos en Olenivka, en una región separatista del este de Ucrania. Las autoridades separatistas y los funcionarios rusos reportaron 53 prisioneros muertos y 75 heridos.
Rusia afirmó que el ejército ucraniano utilizó lanzacohetes suministrados por Estados Unidos para atacar la prisión de Olenivka, un asentamiento controlado por la República Popular de Donetsk, respaldada por Moscú.
Moscú abrió una investigación sobre el ataque, enviando al lugar un equipo del Comité de Investigación de Rusia, la principal agencia de investigación criminal del país. La agencia estatal RIA Novosti informó de que en el lugar se encontraron fragmentos de cohetes del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad de precisión suministrados por Estados Unidos.
El ejército ucraniano negó haber realizado ningún ataque con cohetes o artillería en Olenivka, y acusó a los rusos de bombardear la prisión para encubrir las supuestas torturas y ejecuciones de ucranianos allí. Un asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, describió el bombardeo como “un deliberado, cínico y calculado asesinato en masa de prisioneros ucranianos”.
Ninguna de las dos afirmaciones ha podido ser verificada de forma independiente.