La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) ganaría las elecciones legislativas en Francia sin mayoría absoluta, tras un ajustado margen con la alianza del presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha disputándose el segundo puesto, según las primeras proyecciones.
El NFP obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista entre 150 y 180 y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con entre 115 y 155, según cuatro proyecciones diferentes.
Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que fracasa en su intento de lograr la mayoría absoluta, que las proyecciones consideraban posible hace una semana, e incluso de ganar, como parecía posible hace dos días.
Los pactos implícitos entre el oficialismo y la coalición de izquierdas, consistentes en concentrar el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar a RN en cada circunscripción, frustraron esas proyecciones.
Un gobierno de RN, con el joven Jordan Bardella al frente, habría sido el primer ultraderechista en Francia desde la Liberación de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial y uno nuevo en la Unión Europea, junto a Italia, entre otros.
Artistas, deportistas, sindicatos y organizaciones se movilizaron para frenar la llegada al poder de la extrema derecha, como la estrella del fútbol Kylian Mbappé, que había llamado a votar “del lado bueno”, en estos tensos comicios.
Ante eventuales “desórdenes”, las autoridades anunciaron el despliegue el domingo por la noche de 30.000 policías y gendarmes, 5.000 en París.
Pero los resultados suponen también un golpe para el presidente de 46 años, que pierde la mayoría simple que gozaba desde 2022 y deberá compartir el poder con un gobierno que no controlará. Su segundo mandato termina en 2027.