La Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT), integrada por economistas y representantes de la sociedad civil planteó la necesidad de implementar un nuevo marco impositivo que permita afrontar la crisis global acentuada por la pandemia del Covid-19 y promover una recuperación sostenible de la economía.
Abogan por una tasa digital, un tipo mínimo efectivo del 25% en el impuesto sobre sociedades a nivel global para detener la erosión de las base imponibles y sugieren aplicar un tipo impositivo más elevado a los beneficios extraordinarios de las grandes empresas en los sectores olgipolizados.
Forman parte de esa organización, el premio Nobel de Economía de 2001, Jospeh Stiglitz y otras figuras del panorama económico mundial como el economista francés especialista en distribución de ingreso, Thomas Piketty, la experta en finanzas internacionales, Jayati Ghosh y el ex ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, entre otras.
“La crisis global del COVID-19 ha disparado el gasto público para apoyar la respuesta sanitaria, proteger el empleo y acompañar a las familias de menos ingresos. Pero la carga económica no debe recaer desproporcionadamente sobre quienes menos tienen”, señala como prioridad, el último informe realizado por la Comisión.
Los y las economistas argumentan que debido al desplome que han sufrido los Estados en los ingresos fiscales por la caída de la actividad económica, se debería afrontar una reforma tributaria global que arrojase un sistema fiscal más justo y progresivo. Además, aseguran que la situación se ve magnificada en países como la Argentina y que es imperiosa la necesidad de generar recursos públicos y de reformar las bases del sistema tributario que según el propio Stiglitz “ya era injusto antes de la pandemia”.
Los 5 puntos más importantes que plantea el documento en miras de la recuperación económica sostenible son:
1_Introducir impuestos sobre los servicios digitales: “diseñados con carácter progresivo y que se apliquen sobre las rentas económicas generadas por las empresas multinacionales de este sector”.
2_Incorporar mayor progresividad en los tributos sobre beneficios empresariales: “aplicar un tipo impositivo más elevado sobre los beneficios extraordinarios sobre las grandes empresas en los sectores oligopolizados”.
3_Impuesto mínimo a grandes corporaciones: “aplicar un 25% como tipo mínimo efectivo del impuesto sobre sociedades en cada país para detener la erosión de las bases imponibles y el desplazamiento de beneficios”.
4_Transparencia a las empresas que reciban apoyo estatal: “exigir que todas las empresas que reciban apoyo Estatal tengan que publicar su reporte país por país (con los principales datos financieros y tributarios en cada territorio en el que operan)”.
5_Gravar la riqueza offshore: “publicar datos sobre la riqueza offshore para que cada jurisdicción pueda gravar de forma efectiva y progresiva el patrimonio neto de sus residentes, con un mayor control de los tipos reales que paguen las grandes fortunas y los contribuyentes de altas rentas”.
En videoconferencia, el economista Joseph Stiglitz aseguró que entre las distorsiones más grandes en términos de tributación fiscal se da con las grandes compañías de internet como Apple, Google, o Facebook, que pagan muy poco en relación a sus enormes ganancias. Además remarcó que estas compañías son los “grandes beneficiarios” de la pandemia, las cuales han obtenido beneficios exacerbados al mismo tiempo que las pequeñas y medianas empresas quebraron o empeoraron su situación.
Además afirmó que si los gobiernos quieren una “recuperación rápida”, a diferencia de otras crisis, esta vez no deberían imponer medidas de austeridad. “Si los gobiernos quieren que la recuperación dure diez años, pongan medidas de austeridad”, afirmó el Premio Nobel. En la misma sintonía, José Antonio Ocampos, sostuvo que “se requiere más gastos para sectores vulnerables. No es el momento para austeridad, es un momento para gastar más, sobre todo en salud”.