El tablero financiero internacional se tiñó de rojo este domingo por la tarde. Las principales criptomonedas sufrieron fuertes bajas y los mercados asiáticos abrieron con desplomes que hacen prever un inicio de semana complejo. La causa, una vez más, apunta a la geopolítica: los nuevos aranceles recíprocos impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump encendieron las alarmas entre los inversores, que temen un nuevo ciclo de inestabilidad económica.
La respuesta no tardó en llegar. En los primeros compases de la jornada bursátil, el índice Nikkei 225 de Japón se hundía un 8,66%, sumando esa pérdida al retroceso del 3% que ya había experimentado el viernes. En Australia, la caída superaba el 6%. La ola de ventas también alcanzó con fuerza al universo cripto.
Bitcoin descendía un 4,34% y se negociaba alrededor de los USD 79.411. Ethereum profundizaba aún más su caída, con un desplome del 9,5%, tocando los USD 1.618. Otras criptomonedas como Solana y Cardano sufrían retrocesos similares, cercanos al 9,5%. Dogecoin, Avalanche, ChainLink, Toncoin y XRP tampoco escaparon a la tendencia bajista.
Los inversores, buscando refugio, se volcaron hacia activos más estables como el oro o las llamadas stablecoins, cuya cotización se mantiene ligada al dólar estadounidense. Tanto Tether como USD Coin mostraban apenas leves alzas de 0,02% y 0,01% respectivamente, sosteniéndose en el clásico valor de USD 1.
El sacudón de este domingo parece ser solo un anticipo de lo que podría convertirse en otro “lunes negro”, con los mercados globales al borde de una nueva fase de volatilidad. El mundo observa, los capitales se reacomodan y la incertidumbre gana terreno.