El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a denunciar el “intervencionismo ilegal y brutal” de Estados Unidos, luego de que el gobierno de Donald Trump avanzara con la confiscación de un buque petrolero frente a las costas venezolanas. Desde un acto masivo en Caracas, el mandatario exigió el fin de las políticas de “cambio de régimen, golpes de Estado e invasiones” impulsadas por Washington y evocó una larga lista de intervenciones militares de EE.UU. en el mundo.

Maduro afirmó que existe “un poderoso movimiento de opinión pública internacional” que rechaza una eventual agresión militar estadounidense en la región, asegurando que “casi el 70% del pueblo de EE.UU.” se opone a cualquier acción bélica contra Venezuela. También destacó la realización de más de 60 marchas en distintos países “en contra de la guerra por petróleo” y en respaldo a su gobierno.

El presidente venezolano planteó que la defensa de la soberanía hoy debe darse desde la producción, el trabajo y la organización interna, aunque advirtió que el país estará preparado para responder ante cualquier agresión.

En paralelo, autoridades estadounidenses confirmaron la incautación de un buque utilizado para el transporte de petróleo sancionado procedente de Venezuela e Irán. El operativo fue ejecutado frente a las costas venezolanas con participación de la Guardia Costera, el FBI, Homeland Security Investigations y el Departamento de Defensa, tras una orden de embargo emitida en el marco de las medidas destinadas a bloquear redes de financiamiento vinculadas a organizaciones terroristas.