Ucrania intentará una nueva evacuación de civiles en Mariupol

Después del fracaso de la primera tentativa donde Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de incumplir el alto el fuego temporal, este domingo la municipalidad dijo que intentarán evacuar a la población de 430.000 habitantes que está sin luz y con desabastecimiento.

Autoridades ucranianas y fuerzas rusas anunciaron este domingo un nuevo alto el fuego para evacuar a civiles de la sureña y asediada ciudad portuaria de Mariupol, tras el fracaso de un intento previo y mientras continúan los combates y la salida masiva de refugiados.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió este domingo que el Ejército ruso preparaba una ofensiva sobre la también sureña Odesa, la tercera mayor ciudad y el puerto más importante de Ucrania, sobre el mar Negro.

Más de 1,5 millones de personas ya huyeron de Ucrania a países vecinos en los primeros diez días de invasión rusa, hasta el sábado, el éxodo más acelerado de su tipo desde la Segunda Guerra Mundial, dijo este domingo el organismo de la ONU para los refugiados.

Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero pasado desde tres frentes, bombardeando y sitiando ciudades del este y sur del país y avanzando sobre la capital, Kiev, desde el Norte con una enorme columna de tanques y blindados.

Mientras que esa columna que avanza hacia la norteña Kiev está frenada hace días, las tropas rusas han logrado victorias en el sur de Ucrania como parte de un esfuerzo de cortar su salida al mar de Azov y el mar Negro, desde donde se llega al Mediterráneo.

La semana pasada, el Ejército ruso tomó Jerson, una ciudad portuaria de 290.000 habitantes ubicada a orillas del mar Negro, y comenzó a bombardear y a sitiar Mariupol, 400 kilómetros más al Este, sobre el mar de Azov, y de 430.000 habitantes.

Zelenski dijo este domingo que tropas rusas se preparaban para bombardear Odesa, una ciudad de 1 millón de habitantes situada 200 kilómetros al oeste de Jerson. Su población habla ucraniano y ruso y en ella hay minorías búlgara y judía.

“¡Odesa! Será un crimen de guerra. Será un crimen histórico”, declaró Zelenski, informó la agencia de noticias AFP.

La captura de Mariupol, provincia de Donetsk, podría permitir a Rusia, además, establecer un corredor terrestre hacia Crimea, la península ucraniana que se anexionó en 2014.

Delegados rusos y ucranianos se reunieron la semana pasada en Bielorrusia por segunda vez desde el comienzo de la guerra y acordaron abrir corredores humanitarios para permitir la salida de civiles de ciudades bajo ataque.

Una nueva ronda de conversaciones está prevista para el lunes, dijo el sábado David Arajamia, un miembro de la delegación ucraniana, sin dar más detalles.

Un primer intento de evacuación de Mariupol y de Volnovaja, otra ciudad de Donetsk de 20.000 habitantes, fracasó ayer después de que Rusia y Ucrania se acusaron de incumplir una tregua.

La municipalidad de Mariupol dijo este domingo en un comunicado que un nuevo alto el fuego regirá hasta las 21 de este domingo para intentar un nuevo proceso de evacuación desde el mediodía.

Hora antes, el jefe de milicias rusoparlantes que pelean junto a Rusia y controlan parte de la provincia de Donetsk, Eduard Basurin, había anunciado la reapertura de corredores humanitarios en Mariupol y Volnovaja siempre y cuando Ucrania cumpla el alto el fuego.

Ambas ciudades están mayormente sin luz ni agua, con desabastecimiento en farmacias y en tiendas de comida. Autoridades han dicho que heridos en bombardeos estaban muriendo sin poder recibir atención.

El renovado esfuerzo llega un día después de que el primer ministro israelí, Naftali Bennett, viajara a Moscú a reunirse con el presidente, Vladimir Putin, y hablara por teléfono con Zelenski en busca de un acuerdo para poner fin a las hostilidades.

De regreso en Israel, Bennett dijo este domingo que Israel, uno de los pocos países con buenas relaciones tanto con Rusia como con Ucrania, seguirá con sus esfuerzos diplomáticos porque es su “obligación moral”.

En Ucrania, en tanto, Zelenski reiteró un pedido a otras naciones de establecer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, es decir desplegar aviones de guerra que impidan el sobrevuelo de Ucrania de los aviones de combates rusos.