La razón detrás de la salinidad en el agua que sale del grifo es la escasez en dos embalses del río Santa Lucía, que abastece al 60% de la población. Además, temen que haya desabastecimiento de agua embotellada en los comercios.
La ciudad uruguaya de Montevideo sufre desde hace varias semanas problemas de desabastecimiento de agua potable, ya que, si bien sigue fluyendo por las cañerías, su sabor es más salado por el exceso de sodio, lo cual generó quejas de los usuarios y preocupaciones de salud entre los médicos.
Según informaron los medios locales, el agua de Obras Sanitarias del Estado (OSE) para Montevideo y el área metropolitana donde viven alrededor de 1.800.000 de personas, proviene de fuentes superficiales: la fuente es el río Santa Lucía (el grande y chico) y la represa de Paso Severino es la principal reserva de agua dulce cuando el Santa Lucía no “alcanza”.
En tanto, indicaron que se necesitan entre 550.000 y 600.000 metros cúbicos por día para abastecer a la Capital y el Paso Severino está en mínimos históricos desde 1949, por lo cual, tras la sequía que hay desde hace más de tres años, se aguarda por lluvias y se apela a que el dulzor se pueda encontrar en el subsuelo.
Luego de las lluvias caídas a inicios de junio, las autoridades de OSE estimaron que Montevideo y el área metropolitana tendrían reservas hasta el 23 de junio, pero alertaron que, si no hay nuevas precipitaciones, se podría acabar el abastecimiento. De acuerdo a los datos de OSE, la reserva de Paso Severino recuperó 28 centímetros tras el escurrimiento del agua de lluvia, aunque en total había perdido diez metros. Eso significa que recuperó entre dos y cuatro días de abastecimiento, según informó Teledoce.
Por otro lado, se llevó a cabo un “Plan B” (definido así desde OSE al inicio de las perforaciones en un parque icónico de Montevideo, en busca de agua potable) y que consiste en llenar ahí los camiones cisterna, sin necesidad de que vayan y vuelvan desde Costa Azul, para abastecer a hospitales y escuelas de la zona. De todas maneras, del Parque Batlle, todavía no había brotado el agua dulce.
“Van a sacar agua de dos pozos de 90 y 42 metros de profundidad, pero falta montar infraestructura, que se hace en unos días más. La semana que viene también van a empezar a perforar en otro lugar de la zona”, aclaró la empresa, a la vez que trascendió que se buscarán otras fuentes de agua dulce, “que implicarán obras de algunos meses”.
Ante la situación, la gente comenzó a abastecerse de bidones de agua mineral, pero temen que haya escasez de los mismos y, en algunos supermercados, ya colocaron carteles donde indican la cantidad que puede llevarse una persona.
Los faltantes de bidones de agua mineral se empezaron a notar en algunos minimercados donde ya no les dejan los 200 que solicitaban los comerciantes habitualmente sino que les dejan entre 80 y 100. En tanto, en los hipermercados nunca falta el agua mineral, hay una reposición constante, pero, ante la alta demanda, en pocos minutos se vacía la góndola.