El Foro Pampeano por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, convocó este lunes a defender la ley de interrupción voluntaria del embarazo y a construir un 8 de marzo “verde”.
En una declaración pública, señalaron, difundida durante el pañuelazo realizado en las escalinatas de la sede Santa Rosa de la UNLPam, señalaron:
:Este 19 de febrero se cumplen seis años desde que realizamos el primer pañuelazo federal exigiendo el debate y la aprobación de nuestro séptimo proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) por parte del Congreso de la Nación. Dentro del recinto se dio un amplísimo debate con 750 exposiciones a favor y en contra. Afuera, en las calles, fuimos marea. Dos años después logramos que se reconociera nuestro derecho a decidir a través de la sanción de la Ley 27.610 de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito siempre supimos que esta conquista sería solo un piso y que nuestra lucha seguiría por la implementación efectiva y universal de la Ley 27.610 y de nuestro triple lema. La continuidad de nuestro activismo cumple un rol central, ya que el derecho a decidir sobre los propios cuerpos y proyectos de vida cuestiona el único rol que este sistema tan desigual impone a mujeres y personas gestantes: el de la reproducción y las tareas de cuidado.
Seguimos con la firme convicción de nuestra conquista: ¡en Argentina el derecho al aborto es ley! Una ley de orden público y de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional, que reconoce los derechos humanos de las mujeres y personas gestantes cuando se enfrentan a embarazos no intencionales y reconoce su autonomía sexual y reproductiva. Una ley que salva vidas y termina con la hipocresía del aborto clandestino. Una ley que logró bajar los índices de embarazo adolescente y de las muertes por abortos inseguros.
Hoy no solo debemos enfrentarnos a las políticas sociales y económicas desplegadas por el gobierno de Javier Milei que golpean más fuertemente a las mujeres, las disidencias sexogenéricas, las niñeces y las adolescencias, sino que también debemos enfrentar el embate del gobierno contra los derechos conquistados por el movimiento feminista y transfeminista. Desde la Campaña venimos siendo parte de las miles de personas que se organizaron y ocuparon las calles en todo el país en rechazo del proyecto de Ley Ómnibus, el DNU y el protocolo represivo de Patricia Bullrich.
Repudiamos también todos los proyectos de ley que pretenden hacernos retroceder en los derechos sexuales y (no)reproductivos. Denunciamos la política del gobierno que niega las desigualdades de género mientras fortalece a las Iglesias Católicas y Evangélicas, instituciones históricamente enemigas de nuestras libertades sexuales. Ejemplo de ello son la constante obstaculización de nuestros derechos (no)reproductivos, la infiltración en hospitales, en escuelas y ahora también en comedores populares, la tortura a niñas que transitan embarazos forzados obligándolas a gestar y a parir y el encubrimiento de curas y pastores abusadores de menores. Una vez más decimos: Iglesias y Estado, asuntos separados.
Hoy realizamos pañuelazos y redazos en todo el país en defensa de la Ley 27.610 y en la exigencia al gobierno nacional, a los provinciales y municipales para que destinen presupuesto para su difusión e implementación efectiva. Además, seguimos organizándonos junto a organizaciones políticas, sociales, transfeministas, sindicales y de derechos humanos para construir un 8M verde en defensa de todo lo conquistado y para exigir que se cumplan las leyes que protegen los derechos de las niñeces, las adolescencias, las mujeres y las disidencias sexo-genéricas.
Nos manifestamos a nivel nacional en la necesidad de que el próximo 8 de marzo las centrales sindicales (la CGT y las CTA) garanticen la herramienta del paro nacional para que la marea verde se manifieste de a millones en las calles de todo el país en el marco de la huelga general feminista internacionalista.