Javier Breccia, director del Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa (Incitap), expresó su preocupación por la grave situación que atraviesa el sistema científico nacional. Alertó por la creciente fuga de investigadores y becarios del Conicet ante los bajos salarios, la falta de financiamiento y el desprestigio promovido desde sectores del gobierno nacional.
“Los chicos no quieren entrar, los que pueden se van, y los que están por jubilarse temen no poder hacerlo el año que viene. El achicamiento en números reales es significativo”, advirtió. Breccia señaló que los sueldos no alcanzan para vivir y que muchos becarios deben volver a las casas de sus padres. “No pedimos sueldos de primer mundo, pero sí como los de nuestros países vecinos”, reclamó.
En ese sentido, también cuestionó la falta de recursos para sostener proyectos en áreas costosas como la biotecnología o la química aplicada. “La ciencia necesita inversión sostenida en el tiempo. La propiedad intelectual se mantiene con recursos”, explicó, y lamentó que muchas decisiones del gobierno respondan más a una ideología que a una evaluación real del impacto económico: “Lo que se invierte en ciencia no rompe la macroeconomía”.
Breccia habló también del proyecto que el Conicet lleva adelante en el fondo del mar frente a Mar del Plata, transmitido por streaming, donde se están identificando nuevos organismos con potencial para desarrollar estructuras químicas innovadoras. “Investigar es correr la línea del conocimiento. No podemos saber a qué nos va a llevar un experimento, por eso no se puede pensar la ciencia en términos meramente mercantiles”, sostuvo.
Asimismo, defendió el rol del Estado como sostén del desarrollo científico. “Durante 20 años se investigó una proteína que después se aplicó en conservas. ¿Qué privado financia eso? Ninguno. Es el Estado quien debe hacerlo. Si el sistema depende de subsidios, proyectos y la buena suerte de conseguirlos, se cae”, expresó. También criticó la idea de copiar modelos europeos sin tener un plan industrial en Argentina: “Si no hay un proyecto de país que incluya al sistema científico, todo queda de adorno”.
En cuanto al funcionamiento del Incitap, destacó que el instituto reúne investigadores de disciplinas como química, biología, geología y estudios de suelo, con desarrollos muy diversos. Entre ellos, mencionó una patente sobre un fármaco en etapa preclínica para reducir tumores. El año pasado, su continuidad estuvo en riesgo por falta de fondos, pero fue salvado por el apoyo del Gobierno provincial.
También mencionó un convenio con una institución de Alemania para estudiar la erosión eólica del suelo, aunque actualmente no logran cubrir una posición doctoral. “Hay interés, pero no hay condiciones para que alguien lo tome”, lamentó.
Breccia apuntó además contra el discurso de estigmatización hacia la comunidad científica: “Antes salíamos con una camioneta del Conicet y era motivo de orgullo. Hoy, a unos colegas les tiraron basura en el vehículo. Hay un cambio de percepción social que duele”.
Por último, fue contundente al rechazar la idea de que pueda existir un sistema privado de ciencia y técnica: “No existe en ningún país del mundo. La ignorancia del presidente en este tema es total”.
Pese al panorama, aseguró que el sector no se rendirá: “Vamos a seguir resistiendo, aunque a algunos no les guste esa palabra. Pero es lo único que queda en este momento”.