Este fin de semana, el espíritu del oeste volvió a encenderse en Algarrobo del Águila con una nueva edición —la sexta— de la ya consolidada Fiesta del Río y la Barda. Durante dos jornadas llenas de cultura, tradición y memoria, vecinos y autoridades se reunieron para celebrar lo que los une y también para poner sobre la mesa una lucha que no cesa: el reclamo por el río Atuel.
El evento, impulsado por la comunidad local y respaldado por el Gobierno provincial, ofreció un abanico de actividades que arrancaron el viernes con música en vivo y concluyeron el sábado con desfiles, feria de artesanos, jineteadas y un gran festival nocturno que coronó la fiesta con talento artístico y orgullo regional.
Desde el Ejecutivo provincial destacaron que esta no fue solo una celebración popular, sino también una oportunidad para visibilizar una causa que atraviesa generaciones: el derecho pampeano sobre el Atuel, una herida abierta que aún no cicatriza. “No es solo una fiesta: es un acto de memoria y resistencia ante el daño ambiental, económico y social que trajo aparejado el desvío del río por parte de Mendoza”, señalaron.
El intendente Oscar Gatica encabezó el evento acompañado por figuras del gabinete provincial, como el ministro de Gobierno y Asuntos Municipales Pascual Fernández, el secretario de Turismo Saúl Echeveste, la subsecretaria de Energías Renovables Georgina Doroni y el subsecretario de Seguridad Ciudadana Fernando Funes. También participaron autoridades municipales de otras localidades, representantes chilenos y referentes de instituciones educativas, pueblos originarios y agrupaciones tradicionalistas.
En nombre del gobernador Sergio Ziliotto, el ministro Fernández brindó un mensaje enfático: “El compromiso es claro. No vamos a ceder ni un centímetro de lo que por derecho nos pertenece. La lucha por el Atuel no se detiene, porque los pampeanos somos eso: esperanza y resistencia”.
En ese sentido, Fernández no esquivó las comparaciones con la coyuntura nacional: “El egoísmo de quienes decidieron quedarse con lo que debía ser compartido —como el agua del Atuel— refleja la misma lógica que hoy amenaza derechos y principios fundamentales en todo el país. En La Pampa, vamos a seguir defendiendo nuestra tierra, nuestros recursos y nuestra gente”.
La jornada también contó con un intercambio internacional que fortalece lazos estratégicos: la presencia del alcalde de San Clemente, Chile, dio pie a una mención especial sobre el Paso Pehuenche, considerado una vía clave para el desarrollo regional y una muestra de que la integración entre pueblos hermanos puede ser más que una consigna.
Por último, el intendente Gatica agradeció el respaldo provincial para recuperar esta edición tras el impasse del año pasado, que no pudo llevarse a cabo por falta de fondos. Agradeció también el compromiso de quienes trabajaron para hacer posible el festejo: “Esta fiesta no es solo nuestra, es de todos los que creen que en el oeste también se late fuerte”.