La Municipalidad de Anguil y la Administración Provincial del Agua (APA) firmaron un convenio para ejecutar la segunda etapa del revestimiento en hormigón armado del canal pluvial principal de la localidad, en el marco del programa ProPAyS. La obra busca dar respuesta a un problema histórico vinculado a las inundaciones en zonas urbanas vulnerables y tiene un plazo de ejecución de 180 días corridos.
El acto fue encabezado por el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alfredo Intronati, junto a su par de Gobierno y Asuntos Municipales, Pascual Fernández, el administrador de la APA, Fabricio González Martín, y la intendenta local, María Daniela Fernández. Tras la firma del contrato, recorrieron el avance de los trabajos.
Intronati destacó que se trata de una obra clave para la localidad, al mejorar significativamente la evacuación del agua de lluvia en un punto geográfico complejo como Anguil, atravesado por la Ruta Nacional 5. Subrayó también el impacto positivo del programa en la economía local, ya que la mano de obra es contratada por la propia Municipalidad, asegurando que los recursos queden en el pueblo y generen empleo.
“Esta inversión es un claro ejemplo de que la obra pública no perjudica la estabilidad fiscal de la Provincia, sino que por el contrario, la fortalece al generar trabajo y movimiento económico”, afirmó el funcionario.
Por su parte, el ministro Fernández resaltó el compromiso del Gobierno pampeano para mantener estas políticas públicas, a pesar del recorte de recursos por parte del Gobierno nacional. “Seguimos llegando a cada rincón de la Provincia con presencia del Estado y soluciones concretas”, expresó.
La intendenta Fernández valoró la continuidad del proyecto y recordó que en la primera etapa se recubrieron más de 300 metros del canal. “Ahora seguimos protegiendo un barrio muy vulnerable. Después vendrán el asfalto y los cordones cuneta, completando una obra clave para un Anguil más seguro y digno”, anticipó.
Detalles técnicos del proyecto
El sistema actual de desagües de Anguil canaliza el agua pluvial hacia un conducto que corre por el lateral sur de la calle J.R. Oliver. Por la rapidez con que se acumula el agua en la cuenca, el canal debe absorber caudales muy altos en poco tiempo. En su estado actual, el tramo de tierra presenta deformaciones, vegetación descontrolada y riesgos frecuentes de desborde, lo que afecta a viviendas cercanas.
La nueva etapa contempla la construcción de 240 metros de canal con hormigón armado, con una sección de 4,40 metros de ancho y 0,80 metros de altura. El objetivo es garantizar un flujo seguro, eficiente y duradero, reduciendo los riesgos y mejorando la calidad de vida de las familias del barrio más bajo de la localidad.