La CTA de las y los Trabajadores y Autónoma y movimientos sociales reclamaron este martes a los bloques de Comunidad Organizada, la Unión Cívica Radical y el PRO-MID que aprueben el proyecto de Aporte Solidario o la modificación del Presupuesto enviada por el gobernador Sergio Ziliotto y que se permita la asistencia a sectores más vulnerables de la sociedad pampeana. “Nos parece muy bajo la posición de los bloques opositores en la provincia cuando a nivel nacional han acompañado la Ley Bases“, señaló Carlos Urmente.
“Desde que Unicef nos ha dicho que un millón de niños y niñas se van a dormir sin cenar, y donde en La Pampa ya se ve el ajuste del gobierno nacional, le pedimos al conjunto de la Cámara de Diputados, tanto legisladores opositores como oficialistas, vía aporte solidario o vía presupuesto, que haya en cada hogar de la provincia haya cuatro comidas y que no hay necesidades básicas insatisfechas”, amplió Urmente junto a miembros de diferentes organizaciones gremiales.
En un documento que fue leído a viva voz, hicieron “un llamado urgente” a los legisladores y que se apruebe la Ley de Aporte Solidario, para mitigar el hambre y la desnutrición.
El texto completo, consigna lo siguiente:
Exigimos ya una respuesta para el hambre de nuestras infancias
No debe andar la vida, recién nacida, a precio, la niñez arriesgada a una estrecha ganancia porque entonces las manos son inútiles fardos y el corazón, apenas, una mala palabra
Canción para un Niño en la Calle (Armando Tejada Gómez-Ángel Ritro)
¿En qué momentos de su historia una sociedad se hunde sin retorno en la vergüenza colectiva?
En un momento en el que la crisis alimentaria alcanza niveles alarmantes, hacemos un llamado urgente a los legisladores de La Pampa para que aprueben la Ley de Aporte Solidario, que es crucial para intentar mitigar el hambre y la desnutrición que afecta a nuestra infancia.
El reciente informe de UNICEF que revela que un millón de niñas y niños en Argentina se acuestan cada noche sin haber recibido una cena adecuada subraya la gravedad de la situación. Este flagelo, que no es sino el reflejo de una crisis económica profunda y creciente, es una carga que no podemos permitirnos ignorar. La decisión política que ha llevado al aumento de la pobreza, la indigencia y la desocupación está arrastrando a nuestras infancias a una peligrosa situación de violencia alimentaria.
Hoy nos enfrentamos a una inexplicable demora en la aprobación de la Ley, lo que se convierte en un obstáculo inadmisible para quienes más lo necesitan. La negativa a avanzar con esta ley no solo es un revés en la lucha contra la pobreza infantil, sino un acto de indiferencia ante el sufrimiento de nuestras familias.
Es inaceptable que un 50% de los representantes en la Legislatura pampeana sigan regateando su apoyo a los sectores más desfavorecidos, mientras defienden sin reservas a los grandes propietarios y sectores financieros. Esta doble moral, que se traduce en el apoyo a políticas que han exacerbado la crisis económica y social a nivel nacional, mientras se niega la restitución de derechos necesaria a las familias vulnerables de nuestra provincia, es una muestra de desdén por el bienestar de nuestras infancias. Esos legisladores y legisladoras son los/as mismos/as que callan sobre el reclamo del Atuel; que no dicen nada de los miles de millones que la Nación le retuvo a la provincia y que se hacen los distraídos con el desfinanciamiento de la Universidad.
Las organizaciones sociales, políticas, gremiales y barriales de La Pampa han llegado al límite de su paciencia. La situación actual no solo afecta el derecho a una alimentación adecuada, sino que también pone en riesgo el futuro de nuestras niñas y niños.
La realidad es que estamos asistiendo a una transferencia de riquezas desde el trabajo hacia el gran capital, con un incremento en la desocupación y salarios que no cubren las necesidades básicas. A pesar de que la producción de alimentos en Argentina es suficiente para alimentar a 400 millones de personas, mientras nuestra población es de 46 millones, la falta de acción y la gestión ineficaz están llevando a que la pobreza y el hambre sean cada vez más severos.
Exigimos a los legisladores de La Pampa que actúen con la urgencia que la situación demanda y aprueben de inmediato la Ley. No podemos permitirnos más demoras; nuestras infancias no pueden esperar. Hambrear al pueblo es un crimen”.