El fiscal general de Río Negro Fabricio Brogna volvió la semana pasada a Cipolletti y reorganizó el equipo que investiga el femicidio de Agustina Fernández. Continúan las internas por cuestiones propias de la pesquisa: diferencias de criterios y un freno al “olfato policial” se pusieron en la mesa de discusión. La nueva comisión tendrá exclusividad con el fiscal Martín Pezzetta.
No es la primera vez que Brogna «baja» a Cipolletti desde que se inició la investigación, que a más de dos meses no tiene pistas claras sobre el o los responsables del crimen. Semanas atrás lo hizo con el procurador Jorge Crespo. Hay mucha preocupación por la causa porque todas las líneas de investigación que se siguen hasta el momento no aportaron datos y pruebas para esclarecer el hecho.
Extraoficialmente se presume que las diferentes teorías entre los fiscales y algunos investigadores policiales fue una de las razones del cambio de comisión.
El equipo comenzó a trabajar esta semana en unas oficinas cerca del edificio municipal y también a pocos metros de la sede fiscal del Ministerio Público en Cipolletti. Está a cargo del fiscal del caso Martín Pezzetta, el único funcionario que resistió los cambios de organigrama impuestos la semana pasada por el propio Crespo.
Brogna estuvo reunido con fiscales, policías y querella el viernes pasado. La principal línea de investigación de Pezzetta sigue siendo el hombre del identikit que se dio a conocer hace dos meses: el 8 de julio. Hasta el momento no pudieron identificarlo.