En el marco de una jornada nacional de lucha, trabajadores del Banco Santander realizaron una asamblea con cese de tareas desde las 11:00 en la sucursal de Santa Rosa, como parte de un plan de acción impulsado por La Bancaria ante el avance de una política de ajuste que incluye despidos y tercerización de funciones.
Raúl Ibañez, secretario general del gremio en La Pampa, explicó que la medida forma parte de un plan nacional resuelto a fines de junio en un congreso gremial, que incluyó una movilización a la casa matriz del banco en Buenos Aires y continuará el próximo 17 de julio con una protesta frente a la Embajada de España. La acción responde a despidos sin causa, “invitaciones” a desvincularse, incumplimientos de la jornada laboral, liquidaciones incorrectas de horas extra e infracciones legales en el ámbito laboral.
“Esto no es nuevo. Ya habían intentado cerrar sucursales hace un par de años y fue frenado por el Banco Central. Pero con el cambio de gobierno y la desaparición práctica del Ministerio de Trabajo, hoy se sienten habilitados para avanzar”, denunció Ibañez.
La organización sindical notificó formalmente el inicio del plan de lucha a la Secretaría de Trabajo, que hasta el momento no ha convocado a ninguna audiencia. Además, Ibañez confirmó que ya hubo un despido encubierto en la sucursal de General Pico y que unas 20 fuentes laborales están en riesgo entre las dos sedes que el banco posee en La Pampa.
También advirtió sobre el proceso de tercerización de operaciones a través de plataformas como Mercado Pago, lo que reduce la actividad en las sucursales y sirve como argumento para un eventual cierre.
“El Banco Santander está ejecutando un plan de reducción global, pero en Argentina se encuentran con una organización sindical fuerte y unificada que va a defender los derechos conquistados por los trabajadores bancarios”, remarcó el dirigente.