La Agrupación Clínicas y Sanatorios Privados de la Provincia de La Pampa informó a la población que “se encuentra ante la inevitable situación de tener que interrumpir las prestaciones a los afiliados PAMI, en caso de no recibir respuesta de parte de la obra social a los reiterados reclamos realizados”.
En un comunicado, señalaron que “la relación empeoró en los últimos meses por la negativa y falta de respuesta a las justas demandas presentadas a PAMI”.
“A los desacuerdos históricos se sumaron inconvenientes que tornan insostenible la atención, dado el enorme perjuicio económico y financiero que le causa esta situación a las Clínicas y Sanatorios”, afirmaron.
Y confiaron “el malestar generado por un trato diferencial y discriminatorio con respecto a otras instituciones de salud privadas de la provincia, que por una resolución las dejó afuera de poder acceder a un bono extraordinario del 20% de su facturación, en un claro perjuicio a las clínicas y sanatorios que son históricos prestadores de la obra social”.
En cuanto al “grave inconveniente causado por la caída de sistema informático de PAMI”, mencionaron que “esto trabó los canales administrativos durante 16 días y luego se retomó con muchas dificultades que aún perduran”.
“Si bien las clínicas mantuvieron la atención plena en medio de la incertidumbre, sin conocer el modo en el que se gestionarían la facturación y los pagos correspondientes, hoy es concreto que el mes de julio lo pudieron facturar parcialmente, sin los adicionales por calidad prestacional, y el mes de agosto va por la misma suerte”, se quejaron.
“La decisión de emergencia del gobierno nacional de imponer a las empresas el pago de un bono, con el fin de intentar aliviar las necesidades de trabajadores, complica aún más la delicada situación financiera de empresas prestadoras de salud”, sumaron.
“Y se suma de manera agravante el aumento indiscriminado y abusivo de los medicamentos luego de la última devaluación. Este insumo esencial en la atención de salud, representa hoy un costo imposible de manejar ya que el incremento de entre un 100% y 200% ocasiona un enorme desfasaje, perjudicial al momento de reponer”, sostuvieron.
Además, “como si fuera poco, el contexto económico nacional, cuyos índices de inflación y devaluación exigen una reparación inmediata por lo impracticable del sistema de atención”.
“Esta urgente demanda se expuso en reiteradas oportunidades durante los últimos meses sin lograr respuesta favorable alguna hasta el momento, donde las clínicas y sanatorios han puesto la mejor voluntad y han absorbido los efectos económicos y financieros de estas alteraciones, demostrando nuevamente el compromiso de las instituciones con sus pacientes”, señalaron.
“Lamentablemente, ante estos hechos, la atención se vuelve insostenible, llevando al extremo de tener que suspender la atención de la obra social de pensionados y jubilados en estos próximos días, de no mediar respuesta”, concluyeron.