Luego de casi dos años de espera, inició en Cipolletti el juicio por jurado que determinará si Pablo Parra es el culpable del femicidio de Agustina Fernández. Serán 11 jornadas y se espera que finalice el 15 de mayo. La audiencia comenzó con las indicaciones que el juez, Guillermo Baquero Lazcano, brindó al jurado popular. En la sala de audiencias se encuentra la familia de Agustina Fernández. Sus padres fueron los primeros en declarar. La Fiscalía expuso su teoría sobre el caso bajo cuatro claves: «obsesión, rechazo, ataque a traición y ocultarse». Por su parte, la defensa aseguró que «Pablo Parra no es un asesino».
Desde las ocho se realiza en la sala de audiencias del Poder Judicial de Cipolletti el juicio por el femicidio de Agustina Fernández. La joven había llegado a la ciudad con el sueño de convertirse en médica en marzo del 2022. El 2 de julio fue brutalmente atacada en el interior del departamento de Parra. Primero se dijo que fue un robo, después la investigación dio un giro esperado y Parra fue imputado.
Los alegatos de apertura fueron brindados por el juez técnico del proceso, Guillermo Baquero Lazcano, quién indicó al jurado popular cuál será su rol durante este juicio: escuchar, debatir y determinar si Pablo Parra es culpable por el femicidio de Agustina Fernández.
Luego, la audiencia continuó con la teoría de la fiscalía, expuesta por el fiscal Martín Pezzetta. Allí se remarcó que se trabajó bajo cuatro claves: «obsesión, rechazo, ataque a traición y ocultarse».
Después del repaso del hecho, la Fiscalía aseguró que «fue Parra quien instaló la teoría del robo, pero los investigadores darán pruebas objetivas que se encontraron en el lugar del hecho para demostrar lo contrario».
Por su parte, la querella aseguró que Agustina no quería vincularse con Pablo Parra. Además, brindó detalles sobre el ataque que sufrió la joven en el departamento del acusado.
La defensa inició sus alegatos con la pregunta: «¿Pablo Parra es un asesino? « y aseguraron que la respuesta está «en las manos de Agustina». También, remarcaron la predisposición de Parra para con la investigación. «No decimos que no fue atacada, decimos que no fue Parra quien la atacó«, manifestaron.
En el último control de acusación se admitieron 39 testigos comunes a la fiscalía, querella y defensa, 49 testigos exclusivos de la fiscalía y la querella y 27 de la defensa.
Durante el proceso se exhibirá la prueba documental de los allanamientos e intervenciones telefónicas efectuados durante la investigación, fotografías e informes policiales y también informes de la Oficina de Investigación de Telecomunicaciones de la Procuración y de la Oficina de Informática Forense del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Femicidio de Agustina Fernández: la teoría de la fiscalía
Según la teoría de la fiscalía, el acusado Pablo Parra, el 2 de julio dejó el departamento donde vivía con la intención de atacar a la joven. Tenía todo planeado para cometer el femicidio, incluso se aseguró que la joven estuviera en su departamento, un espacio de su conocimiento y dominio.
Para asegurarse la invitó a cenar el mismo día que ocurrió el crimen; la esperó afuera del complejo y le dijo que vaya a su departamento. La dejó sola, y minutos después regresó ingresando por la puerta trasera y atacó a Agustina. No satisfecho, con la joven ya en pisó continuó golpeándola.
Una vez cometido el crimen, Parra abandonó el lugar, desordenó un poco un sector de la habitación para simular un robo, y se llevó su celular y el de Agustina. También, se llevó las llaves de la joven.
Abandonó el departamento por el mismo lugar que ingresó y se dirigió a su vehículo. Para sostener su coartada se dirigió a comprar a una heladería y una despensa, realizó los pagos con su tarjeta y regresó a su departamento. Al encontrar a la joven tendida en el suelo, fingió sorpresa y se dirigió al departamento de su vecino para que llamaran a la policía indicando que le habían robado y que habían herido a Agustina.
El pasado viernes se realizó la selección del jurado popular que va a juzgar a Pablo Parra. Los hombres se mostraron más introvertidos y reticentes a opinar. Las mujeres, en cambio, expresaron más sus sentimientos, hablaron de las emociones y de sus problemas personales.