Jorge Javier Ale, un hombre de 50 años con antecedentes penales, fue condenado a cinco años de prisión como coautor del delito de robo doblemente calificado. Este delito fue perpetrado en despoblado y con el uso de un arma de fuego cuya capacidad de disparo no pudo ser comprobada. Además, fue declarado reincidente.
La sentencia fue dictada por el juez de audiencia santarroseño, Gastón Boulenaz, después de llevarse a cabo el juicio oral. Durante los alegatos finales, el fiscal Marcos Sacco y el querellante Rodrigo Villa, en representación de las víctimas, solicitaron la pena impuesta por el juez. Por otro lado, la defensora oficial, María Silvina Blanco Gómez, solicitó la absolución de Ale y, de manera subsidiaria, el mínimo de la escala penal por el delito de robo simple.
Atendiendo a una solicitud del Ministerio Público Fiscal, Boulenaz decidió mantener a Ale en prisión preventiva con arresto domiciliario hasta la conclusión del proceso y prohibió cualquier contacto con los afectados.
Durante el juicio se presentaron pruebas que confirmaron que el 24 de marzo de 2022, Ale junto a Marcelo René Giacardi ingresaron a una estancia en Mauricio Mayer, mientras que Carlos Damián Scheffer esperaba afuera para evitar ser identificado fácilmente por los propietarios. Utilizando armas de fuego y cubriendo parte de sus rostros, amenazaron y maniataron a los dueños de la propiedad, sustrayendo una considerable cantidad de objetos de valor, incluyendo dinero en efectivo y diversos artículos.
Además, se llevó a cabo el robo de una camioneta Ford Ranger que posteriormente fue abandonada en la ruta provincial 7 debido a un problema mecánico.
Al imponer la pena, el juez consideró como agravantes la reincidencia de Ale, el impacto psicológico en las víctimas, la planificación del delito y el conocimiento previo de Scheffer sobre la familia afectada.
Cabe destacar que Ale, quien fue arrestado en junio de 2022, ya había sido condenado previamente en 2005 a 15 años de prisión por otro delito de robo con resultado de muerte utilizando un arma de fuego.
En una instancia anterior, Giacardi y Scheffer fueron condenados el 1 de septiembre de 2003 mediante un juicio abreviado, donde acordaron compensar a las víctimas con nueve millones de pesos por los daños ocasionados.