La Cooperativa de Servicios Públicos de Quemú Quemú anunció una inversión de 1.100 millones de pesos destinada a un plan trianual de modernización integral de su fábrica de columnas, área estratégica dentro de la entidad. Así lo confirmó el gerente, Mauricio Gareis, quien además adelantó que hacia mediados del próximo año la Cosypro habrá certificado normas de calidad ISO en todos sus procesos productivos y administrativos.
El proyecto contempla una renovación total de la planta: instalaciones eléctricas, pisos, alcantarillas y nuevos puentes-grúa, además de un sistema para recuperar el agua generada por el proceso de secado de columnas mediante vapor, con el objetivo de optimizar recursos. Las nuevas instalaciones también incluirán un recorrido interno seguro para recibir visitas, en línea con la certificación de calidad prevista. Las obras se ejecutarán por etapas para no interrumpir la producción actual.
En paralelo, Gareis informó que la cooperativa iniciará próximamente, con fondos propios, la renovación de los sistemas de captación y distribución de agua potable. Se trata de una intervención integral sobre el acuífero y la infraestructura de abastecimiento, mediante la instalación de una nueva cisterna y un anillado que permitirá mejorar presión y calidad del suministro. Los trabajos principales comenzarán en enero.
Durante la remodelación del edificio central, la cooperativa logró mayor eficiencia administrativa y mejoras en la atención a los socios. A esto se suma el avance en telecomunicaciones en la zona interconectada de Relmo, donde la llegada de fibra óptica —en conjunto con el Ministerio de Conectividad y Empatel— permitió pasar de 6 megas a un piso de 100 megas, incluyendo la plataforma Sensa con 90 canales por un abono menor a $30.000.
Asimismo, la entidad avanza en eficiencia energética mediante la instalación de medidores inteligentes: ya se completó Agustoni y Relmo, y continúa ahora en Miguel Cané. Este sistema permite un control más preciso del consumo, mayor transparencia y resolución remota de problemas, evitando desplazamientos innecesarios de personal.
Gareis destacó que, pese a que el servicio de agua corresponde al municipio, la cooperativa decidió asumir la obra debido a la urgencia de las necesidades actuales y a su impacto estratégico: garantizar el abastecimiento de la localidad por las próximas siete décadas.

