Quienes elijan a la Patagonia como destino en estas vacaciones de invierno o durante todo el año deben tener en cuenta que no se pueden ingresar determinados alimentos de origen animal y vegetal en función de los controles que realiza el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para mantener a la región libre de ciertas plagas y enfermedades que afectan a la producción agropecuaria.
Los productos de origen vegetal que no pueden ingresar a la Patagonia son los hospederos de la mosca de los frutos: acerola, arándano, babaco, carambola, cereza, chirimoya, ciruelo, cítricos (cidra, calamondín, lima dulce, lima, mandarina, mineola, naranja, naranja agria, pomelo), damasco, durazno, falso guayabo, frambuesa, granada, guanabana, guayaba, higo, kaki, kiwi, kumkuat, litchi, locoto, lucuma, mango, manzana, maracuya, membrillo, nectarina, níspero, olivo maduro, palta (excepto la variedad Hass), papaya, pasionaria, pepino dulce, pera, pera asiática, pimiento, pitaya o fruta dragón, tomate de árbol, tuna, uchuva y uva.
Por otra parte, tampoco pueden ingresar los siguientes productos de origen animal, carnes y derivados de especies susceptibles a la fiebre aftosa (los más comunes son bovinos, porcinos, ovinos, caprinos y algunas especies de animales silvestres como ciervos y nutrias). Carnes frescas con hueso, menudencias, productos de origen artesanal o casero. Carne producto de cotos de caza. Cueros frescos. Finalmente, es difícil de llevar en la valija, pero es bueno saber que el ingreso a la Patagonia de material de propagación también está regulado, por lo que recomendamos consultar antes de viajar con plantas o partes de plantas que puedan requerir de documentación sanitaria para su traslado.
Estas restricciones tienen por objetivo resguardar y mantener el estatus sanitario de la Patagonia, que es un área libre de importantes plagas y enfermedades como anemia infecciosa equina o polilla de la vid (Lobesia botrana). El sur de la Argentina es reconocido internacionalmente como libre de mosca de los frutos y fiebre aftosa, lo que permite llegar con sus productos a los mercados internacionales más exigentes. Para que esto continúe es fundamental el compromiso de la ciudadanía.
En tanto que sí se pueden llevar, en cantidades para el consumo personal o familiar, alimentos secos que no requieran condiciones especiales de almacenamiento (arroz, fideos, yerba, azúcar y demás productos de almacén), alimentos cocidos listos para el consumo, frutas y hortalizas que no sean hospederas de la mosca de los frutos; cortes de carne sin hueso y/o embutidos frescos envasados al vacío y rotulados, como así también embutidos secos y salazones sin hueso, con el rótulo correspondiente de origen.