El defensor general Martín Saravia alertó sobre la crítica situación que atraviesan las defensorías civiles en Santa Rosa y General Pico, a las que calificó como “en crisis extrema” por la falta de personal y el incremento de situaciones de violencia hacia los trabajadores judiciales, un fenómeno que atribuyó al contexto económico y social actual.
En diálogo con Radio Noticias, Saravia explicó que recientemente debió suspender la atención presencial en una de las oficinas tras un episodio de violencia en el que un hombre hizo referencia a portar un arma. “La empleada actuó con buen criterio y logró despacharlo, pero fue una situación muy incómoda”, contó. Luego de una reunión con los trabajadores, tomó la decisión de suspender la atención presencial y continuar de forma virtual.
El Defensor General informó que, tras su intervención, la Procuración y la Dirección de Administración del Superior Tribunal de Justicia decidieron reforzar la seguridad mediante la instalación de sistemas de detección de metales o lockers para pertenencias, como carteras, bolsos o cascos.
La virtualidad no alcanza
Saravia aclaró que si bien la atención remota puede facilitar algunos trámites, como el envío de documentación, no es eficaz para casos delicados. “La virtualidad no sirve para este tipo de atención. No se puede reemplazar el contacto humano, las expresiones del rostro, los gestos. Un mensaje de WhatsApp puede malinterpretarse. La humanidad no se reemplaza con tecnología”, afirmó.
Crisis de personal y estructura
Según el defensor, la situación estructural es crítica: “Las defensorías civiles de Santa Rosa y General Pico están en una crisis extrema por falta de personal y de funcionarios defensores”. También señaló que ya elevó pedidos a los distintos poderes del Estado, incluyendo el Ejecutivo, el Judicial, la Procuración y el Superior Tribunal de Justicia. “Todos reconocen el déficit, pero todavía no hay soluciones concretas”, dijo.
Saravia asumió el cargo hace menos de dos años, en medio de un contexto que ya mostraba signos de crisis debido al ajuste y la retracción de recursos hacia las provincias.
Violencia en aumento
Durante la entrevista, Saravia comparó el funcionamiento del fuero penal con el civil: “En penal, uno trata con personas acusadas de delitos muy graves, pero el contexto de su detención los pone en una posición más contenida. En lo civil, el ciudadano viene reclamando un derecho y no recibe respuestas. La demora lo frustra y muchas veces esa bronca se descarga con el personal”.
“Nosotros no podemos volcarle al ciudadano la problemática interna. Como trabajadores del sistema judicial, tenemos nuestros canales para reclamar, pero eso no debe repercutir en quienes vienen a buscar ayuda”, concluyó.