Docente de la UNLPam participa de un histórico hallazgo en Egipto

El docente de la Universidad Nacional de La Pampa, Pablo Rosell, ha participado por cuarta vez en la campaña del Proyecto Amenmose en Egipto, logrando notables avances en la exploración de una antigua edificación de más de 3.500 años. Este año, los investigadores consiguieron abrir la entrada original de la estructura y recuperaron más de […]

El docente de la Universidad Nacional de La Pampa, Pablo Rosell, ha participado por cuarta vez en la campaña del Proyecto Amenmose en Egipto, logrando notables avances en la exploración de una antigua edificación de más de 3.500 años. Este año, los investigadores consiguieron abrir la entrada original de la estructura y recuperaron más de 500 objetos valiosos para su investigación.

El Proyecto Amenmose tiene como objetivo la conservación y estudio de la tumba de Amenmose (TT 318), ubicada en Sheikh Abd el-Qurna, Luxor, Egipto. Esta tumba forma parte de las numerosas capillas funerarias de dignatarios distribuidas a lo largo de las colinas occidentales de Tebas. Estas tumbas, conocidas como tumbas privadas o de nobles, son una fuente crucial de información sobre la sociedad egipcia antigua.

Desde la aprobación del Ministerio de Antigüedades de Egipto en abril de 2019, el proyecto ha desarrollado diversas líneas de investigación interdisciplinarias en egiptología, historia, conservación y arqueología en el sitio. Los participantes provienen de instituciones como la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet.

En esta cuarta expedición, el profesor de historia de la UNLPam, Pablo Rosell, destacó los avances alcanzados. En conversación con LA ARENA, recordó la excavación del año pasado y destacó que este año lograron completar la limpieza del patio de la tumba de Amenmose, descubriendo una puerta que había estado oculta durante más de 200 años. Esta puerta, cubierta de sedimentos, fue restaurada por arquitectos de la expedición, siguiendo prácticas de conservación típicas de las tumbas tebanas.

Entre los hallazgos realizados se cuentan más de 500 elementos, incluyendo restos de madera, piedras decoradas, cerámicas, conos funerarios, partes de momias, ofrendas florales y ushebtis. También se encontró un fragmento de cerámica con un conjuro del Libro de los Muertos, entre otros objetos de interés.

En futuras campañas, el equipo planea explorar un pozo funerario descubierto en el patio de la tumba, donde se encontraron conjuntos de sarcófagos y cerámicas. Además, se están llevando a cabo trabajos de conservación en las pinturas del interior de la tumba.

A pesar del intenso trabajo, los participantes del Proyecto Amenmose también han podido disfrutar del hermoso paisaje egipcio, con globos aerostáticos turísticos despegando cada mañana a las 6:00 a.m., brindando una vista espectacular.

Fuente: La Arena