A pesar del cielo gris y las lluvias intermitentes, Santa Rosa vivió este jueves una colorida jornada de Halloween. Cientos de chicos —y también muchos adultos— salieron a las calles disfrazados para recorrer los barrios y locales comerciales al tradicional grito de “¿dulce o truco?”.
Ni el mal clima logró frenar el entusiasmo. Desde temprano, los pequeños coparon las veredas y negocios del centro, muchos de ellos aún con el uniforme escolar debajo del disfraz. Entre los trajes más elegidos se destacaron los de brujas, esqueletos, superhéroes, demonios, fantasmas y las clásicas calabazas. También hubo quienes apostaron por personajes icónicos del cine de terror como Chucky, Pennywise, Freddy Krueger y Ghostface.

La Plaza San Martín volvió a convertirse en el punto de encuentro principal. Allí, numerosos grupos de niños —acompañados por padres y hermanos mayores— se reunieron para pedir golosinas y sacarse fotos. Varios comercios del centro se sumaron a la celebración, adornando sus vidrieras con calaveras, telarañas y luces naranjas, mientras repartían caramelos a los visitantes.

La fiesta no fue solo para los más chicos: muchos adultos también se animaron a disfrazarse y participar del festejo con humor y creatividad.

Incluso el Hogar de Ancianos de la ciudad se sumó al espíritu de Halloween. Las y los residentes se disfrazaron, decoraron las instalaciones y recibieron con música y golosinas a los chicos que pasaron por el lugar, compartiendo un momento de alegría intergeneracional que cerró la jornada con un toque emotivo.






