Diariamente trabajadores y profesionales destacados trabajan en la educación ambiental, en el Jardín Botánico provincial, ubicado a la vera de la ruta que une Santa Rosa con Toay.
La licenciada en ciencias biológicas Luciana Rastelli, la guía de turismo Marina Asquini, el encargado Gustavo Fiorucci, Carlos, Joaquín, José y Bruno, liderados por Fernanda González, la directora de Recursos Naturales del Ministerio de la Producción, son parte de la “cara visible” de un espacio que atesora, como un enorme museo al aire libre, centenares de especies originarias de cinco continentes, del bosque pampeano y casi un centenar de especies de aves como partes integrantes de una verdadera propuesta educativa.
El Jardín Botánico Provincial se creó en el año 1989 mediante la Ley N°1193 y actualmente integra la Red Argentina de Jardines Botánicos (RAJB) y la Sociedad Argentina de Botánica. La infraestructura del espacio se fue acopiando hasta que se concretó la inauguración y apertura al público el 14 de diciembre de 2010, por iniciativa del Ministerio de la Producción.
Los fines científicos, turísticos y recreativos tuvieron continuidad con el actual ministro Ricardo Moralejo que, a través de la Dirección de Recursos Naturales, no solo mantuvo intacto el espacio desde lo estratégico hasta lo financiero sino que lo potenció desde varias aristas. Cualquier visitante que llegue al lugar quedará definitivamente impactado por las bellezas naturales allí instaladas, por el orden y limpieza y por el silencio, esporádicamente interrumpido con las visitas escolares o, como cada año, con la celebración de la ExpoVivero, una muestra que reúne a los viveristas pampeanos para mostrar y comercializar sus producciones.
Vinculante
González y su grupo consideran que, por fuera de la celebración anual indicada, el Jardín Botánico Provincial tiene una tarea priorizada por el vínculo que se establece entre los anfitriones y la población, en particular, con los niños y jóvenes que asisten a “ver, oír y oler” el gran pulmón verde pampeano. Junto a Marcelo Dolsan, fotógrafo y guía para los ciclos de avistaje de aves, los responsables del lugar tratan de extender durante el año la presencia de grupos de alumnos para introducirlos en las cuestiones relacionadas con la enseñanza de la riqueza vegetal autóctona y el fomento del sentido de pertenencia a la Provincia.
Trabajadores y funcionarios tienen como premisa la misión de conservar, crear espacios y condiciones de seguridad para su uso público para que las personas puedan llegar y disfrutar de las variedades de plantas. También destacan el deber de enseñar y ayudar a que los ocasionales visitantes tomen conciencia de la importancia de preservar aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción para contribuir, entre todos, al cuidado de la naturaleza.
Por eso, los guías del Jardín Botánico son un factor clave en la transmisión de conocimientos, pues se encargan de recibir a los visitantes, de mostrarles las diferentes áreas, explicarles y, en definitiva, educarlos en cuanto a las variedades que se exponen allí. Tienen el deber no solo de mostrar las especies, sino además el de orientar, de hablarles de cómo se siembran, de qué manera es propicio regarlas y, como hecho no menor, el por qué corren riesgo de desaparecer.
De todo, hasta el laberinto de Borges
“Tratamos de mantener las áreas en buenas condiciones y actualmente, por fuera de la ExpoVivero que reúne más de 20.000 personas en cada edición, estamos con una alta presencia de visitantes por año. Ya es raro que en una semana no vengan estudiantes y personas mayores a recorrer el lugar”, señalan los anfitriones.
La entrada de público, incluida la ExpoVivero (que este año se realiza el 12 y 13 de octubre con la participación de casi 80 expositores) es libre y gratuita.
El espacio cuenta con lugares reservados para comer, provisión de agua caliente, miradores, sanitarios. Todos a metros de esculturas realizadas con caldenes, una pequeña laguna donde abrevan aves de todo tamaño y color, restos de caldenes de 80 millones de años y hasta un laberinto que es, según la visión de Jorge Luis Borges, “una representación de la naturaleza humana, una proyección del miedo del hombre a perderse, pero al mismo tiempo una esperanza, porque cada laberinto tiene un plano y una lógica: perderse para encontrar finalmente la salida”, según reza un cartel que lo presenta.
Nacimiento
El 23 de noviembre de 1989, la Cámara de Diputados de La Pampa sancionó con fuerza la ley el proyecto del diputado Carlos Medrano de creación del Jardín Botánico de La Pampa para fines científicos, turísticos y recreativos.
En el año 1993 el Estado Nacional Mayor del Ejército Argentino transfirió el predio de 20 hectáreas al Gobierno Provincial para la instalación y el mantenimiento de esta reserva natural.
En cada caminata los visitantes pueden apreciar las características del bosque nativo pampeano, con un caldenal de 10 hectáreas, con frondosos árboles y un área de botánico de similar superficie. El Jardín Botánico tiene un largo de 2.000 metros por 1.000, no presenta accidentes tipográficos de relevancia y se puede recorrer a través de circuitos perfectamente identificados.
Mediante el diseño sugerido por el director de la carrera de Posgrado Especialista en Planeamiento Paisajista y Medio Ambiente de la Universidad Nacional de La Plata, se determinó distribuir las especies del Jardín Botánico de acuerdo al planisferio: América del Norte, América del Sur, Europa, Asia, África y Oceanía.
En las hectáreas que corresponden al caldenal que incluye especies de más de 200 años, se encuentra el árbol ícónico de la Provincia, la sombra de toro, el chañar, el piquillín, llaollí, te pampa, pasto puna y pasionaria.
El Jardín Botánico Provincial es una de las maravillas pampeanas dignas de conocer. Las visitas pueden realizarse los sábados de 15 a 19 y domingos de 9 a 12 y de 16:30 a 19. Para instituciones educativas pueden solicitarse turnos al 2954-452600, interno 2096 o bien al 2954-452711.
Un lugar, un evento
La directora de Recursos Naturales hizo referencia al servicio que se presta en el predio del Jardín Botánico Provincial, “hasta el año 2010 el lugar estuvo cerrado, entonces se lo adecuó y a partir de allí fue creciendo. Desde el Ministerio (de la Producción) se concretaron estrategias para mejorar las instalaciones, se ordenaron y desarrollaron los horarios de visita y se ofreció a la parte educativa para que se conozca el interior, remarcando la importancia de nuestros bosques nativos y flora pampeana”, señaló.