La provincia de La Pampa cerrará una campaña histórica de maní, con rendimientos que duplican ampliamente los promedios habituales, consolidándose como una nueva zona productiva en expansión para este cultivo tradicionalmente cordobés. Así lo reveló un informe publicado por el sitio especializado Bichos de Campo, en base a datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Según el reporte, el maní pampeano registró un crecimiento interanual del 88%, con 31.900 hectáreas sembradas y una producción cercana a las 75 mil toneladas, lo que representa una mejora del 93% respecto al promedio histórico. La zona de Ingeniero Luiggi se destacó con rindes que alcanzaron los 32 quintales por hectárea de grano limpio y seco, mientras que en algunos sectores como Chapaleufú se reportaron leves demoras por condiciones de humedad.
Este salto productivo forma parte de un fenómeno de expansión que se origina en el polo manisero de Córdoba —especialmente en Hernando, General Deheza y General Cabrera—, donde la necesidad de rotación de cultivos obliga a buscar nuevas tierras fértiles. El noroeste bonaerense, el sur santafesino y ahora también La Pampa, se han convertido en destinos elegidos por las empresas sembradoras de maní.
Además de las condiciones de suelo y clima, la siembra en La Pampa se vio favorecida por factores externos como el temor a la chicharrita del maíz, que llevó a muchos productores a diversificar cultivos apostando al maní y al girasol, este último con la segunda mejor campaña en la provincia.
El auge del maní representa no solo un nuevo horizonte para la producción agroindustrial pampeana, sino también una oportunidad estratégica para el desarrollo económico regional en un rubro de alta demanda internacional.