El debate por la construcción de un nuevo hipermercado en Santa Rosa dio un paso clave: el oficialismo consiguió dictamen de mayoría para habilitar una excepción al Código Urbano Ambiental que permitiría levantar el establecimiento en terrenos de la Asociación Agrícola Ganadera, sobre la avenida Spinetto.
La iniciativa, impulsada para habilitar la instalación de un Carrefour Maxi, será tratada esta semana en el Concejo Deliberante, donde se prevé una votación reñida. Con los votos del bloque oficialista y el posible desempate de la presidencia del cuerpo, el proyecto podría aprobarse en una sesión especial convocada antes del jueves. La urgencia obedece a que la empresa multinacional planea iniciar las obras este mismo viernes.
Entre la planificación urbana y el conflicto comercial
Durante la reunión de comisión, comerciantes de la zona y representantes de la Cámara de Comercio expresaron su rechazo, alertando por el impacto negativo que podría tener una gran superficie dentro del radio urbano. Señalaron que muchos negocios ya enfrentan una caída del 20% en las ventas y que una competencia de estas dimensiones podría poner en riesgo empleos y sostén económico local.
Desde el Ejecutivo municipal, el director de Planeamiento Urbano, Javier Hernández, argumentó que la excepción responde a una situación no prevista por la normativa actual, que limita a 1.800 m² los salones de venta en ese sector. La propuesta de Carrefour supera ese límite y plantea un espacio de 2.800 m². “Toda norma contempla márgenes de excepción cuando surgen escenarios no contemplados”, justificó.
Además, aclaró que no se proyecta la apertura de calles ni intervenciones viales externas: toda la circulación de carga y descarga estará contenida dentro del predio.
Opiniones técnicas y propuestas urbanas
La comisión legislativa también recibió documentos y propuestas de distintos sectores. El Colegio de Arquitectos, por ejemplo, sugirió la apertura de la calle Mendoza hasta Spinetto, mejoras en los espacios verdes y un rediseño del área de estacionamiento, cuestionando el uso de 12.000 m² para un edificio cubierto de apenas 3.600.
Por su parte, el Sindicato de Comercio, la UOCRA y otras entidades presentaron posturas divididas: algunas favorables al desarrollo económico y la creación de empleo, y otras más prudentes respecto al impacto social y comercial.
“El libre comercio no debe ir en contra de lo establecido”
Mario Martínez, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Santa Rosa, fue una de las voces más críticas. Si bien se mostró a favor de la inversión privada y la generación de empleo, advirtió que el pedido de excepción vulnera el marco normativo vigente. “Este tipo de establecimientos generalmente se ubican fuera del ejido urbano. Cambiar eso por presión empresarial sienta un precedente riesgoso”, opinó.
Martínez también planteó que no hay una medición clara de cuántos puestos podrían perderse en comercios barriales o distribuidoras locales, que se verían desplazados por la logística directa que manejan los grandes hipermercados. “No es sólo una cuestión de supermercados, también afecta a otros rubros y proveedores”, dijo.
¿Desarrollo o desplazamiento?
Aunque se menciona la creación de unos 100 puestos de trabajo directos, el proyecto despierta tensiones entre el fomento al desarrollo urbano y el riesgo de concentración comercial. En un contexto económico complejo, con caída de ventas y escasa recuperación, el desembarco de una cadena multinacional genera expectativas, pero también temores.
El Concejo tendrá la última palabra en los próximos días. El debate ya está instalado: ¿puede una excepción convertirse en norma cuando está en juego el equilibrio económico y social de una ciudad?