Durante el fin de semana la Policía desarrolló diversos controles de tránsito y alcoholemia en diferentes localidades de la provincia y Puestos Camineros. En tanto durante la madrugada del sábado se desarrolló la edición 23 de la Alcoholemia Federal.
Los controles se realizaron en un trabajo en conjunto entre la Policía de La Pampa, el equipo de Prevención y Protección Vial, las áreas de Tránsito municipales. Además, en la ciudad de Santa Rosa colaboraron, para completar una capacitación práctica, con el equipo del Ministerio de Seguridad una inspectora de tránsito de Bernasconi y de General San Martín. Como resultado de los operativos, se realizaron 605 testeos de alcoholemia de los cuales se registraron 31 positivos y se retuvieron 19 vehículos.
Entre ellos, 14 de los positivos se registraron en el marco de la Alcoholemia Federal, propulsada desde la ANSV, organismo del Ministerio de Transporte, las provincias y municipios, donde 2 de ellos correspondieron a conductores con licencia profesional.
Como es habitual, el objetivo fue controlar y disminuir la circulación de conductores en estado de ebriedad, concientizar sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol y evitar siniestros viales evitables.
A estos datos es importante agregar que el día miércoles en el Puesto Caminero Catriló se detectó el paso de un camionero alcoholizado por lo que se le retuvo la licencia y el camión. El conductor profesional, que se dirigía hacia Neuquén, arrojó en el test 1,07 G/L.
El último informe elaborado por el observatorio de la ANSV destacó que durante la edición realizada en septiembre solo el 1% de los conductores controlados circulaban superando los límites permitidos de alcohol en sangre, mientras que el 99% restante registró alcohol cero.
Esto evidencia que la presencia permanente de controles también influye como herramienta de concientización y cuidado entre los conductores. Al consumir alcohol, aunque sea en cantidades mínimas, disminuyen las capacidades motoras y de visión, se altera la toma de decisiones, se ralentizan los reflejos y reduce la atención y la agudeza visual. También, el consumo de alcohol puede provocar una falsa sensación de seguridad y pérdida de inhibiciones, situación que puede exponer conductas temerarias como exceder la velocidad y/o no utilizar el cinturón de seguridad o casco.
En Argentina, los siniestros viales son la principal causa de muerte en las personas jóvenes, y en al menos uno de cada cuatro siniestros el alcohol está presente. Es por eso que este operativo nacional también busca concientizar a quienes conducen sobre las consecuencias negativas del alcohol al volante.