Este miércoles a partir de las 10:00, dirigentes de la Mesa Intersindical de La Pampa, que agrupan a la mayoría de los gremios estatales de la provincia, encabezarán un plenario provincial frente a la Casa de Gobierno. Durante la reunión, se debatirá la posibilidad de llevar adelante medidas de fuerza para presionar al Ejecutivo provincial y conseguir aumentos salariales más significativos antes de fin de año.
Desde el Ejecutivo, han reiterado que no pueden hacer mayores esfuerzos, sosteniendo que los incrementos actuales buscan “acompañar” la inflación de 2024, en un contexto en el que la provincia enfrenta ajustes y recortes presupuestarios desde Nación.
Con el reciente dato de inflación regional (2,6% en octubre para la zona pampeana), el Gobierno deberá ajustar nuevamente los salarios, sumando esos porcentajes al aumento de octubre del 3,2%. Además, se implementó un salario mínimo garantizado de $800,000 y un incremento del 15% en las asignaciones familiares. Aunque esta oferta fue aceptada por el gremio docente Utelpa, fue considerada insuficiente por sindicatos como ATE, Luz y Fuerza La Pampa, Sitraj y Viales.
Para el próximo miércoles 20, el Gobierno ha reabierto las paritarias con el propósito de negociar el tradicional bono de fin de año, el cual, considerando el contexto inflacionario, podría duplicarse respecto a los $120.000 otorgados el año pasado.
A lo largo del año, el Gobierno provincial asegura que los aumentos salariales previstos permitirán mantener el poder adquisitivo frente a la inflación, e incluso, esperan superarla por un punto. Sin embargo, persisten dos problemas significativos: en primer lugar, la pérdida salarial por la devaluación impulsada en diciembre de 2023 no ha sido compensada; y en segundo lugar, los incrementos salariales, incluidos el reciente ajuste del salario mínimo, no generan un impacto significativo en las categorías más altas, algo que la Intersindical reclama con insistencia.
Desde la Intersindical, los gremios afirman que la pérdida de poder adquisitivo es alarmante, con una caída real del salario del 63% si se consideran los recortes de la pandemia y la devaluación de 2023. Julio Acosta, referente de Luz y Fuerza, subrayó la situación crítica: “El ajuste es brutal. Hoy, un compañero que se jubila recibe una jubilación de apenas $400,000, muy por debajo de la línea de pobreza. Si se lograra una verdadera recomposición, podríamos aspirar a superar esa línea, pero esto refleja la magnitud del ajuste”.