El Gobierno Provincial inició una campaña para visibilizar el no cumplimiento de la sentencia por Mendoza y la falta de respuestas de la Corte Suprema de Justicia. El conflicto entre La Pampa y Mendoza se inició en 1947. El daño ambiental es irreversible. La sentencia fue firmada el 16 de julio de 2020.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación había fijado como meta interina un caudal mínimo permanente del río Atuel de 3,2 m3/s en el límite entre La Pampa y Mendoza. El Tribunal precisó que ese es el caudal recomendado por el Instituto Nacional del Agua (INA) como instrumento de posible cese del daño ambiental ocasionado por la falta de escurrimiento del río Atuel en territorio pampeano.
El gobernador Sergio Ziliotto, publicó este miércoles el reclamo en sus redes sociales.
El conflicto entre las dos provincias comenzó en 1947, con la construcción de la represa El Nihuil en Mendoza, que afectó a las especies autóctonas y a pobladores del oeste pampeano. El paso de los años provocó un daño ambiental irreversible.
“Pasaron 1.000 días y la Corte no hizo cumplir su fallo. 1.000 días más de silencio que condenan a La Pampa”, destaca una publicación oficial realizada en diferentes medios de comunicación.
Sin embargo, Mendoza continúa sin largar agua, la Corte no se ha pronunciado nuevamente y los pobladores del oeste siguen sufriendo la desertificación.
Ya el año pasado, el gobernador acusó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación de ser “cómplice de Mendoza del ecocidio” por no obligar a cumplir el fallo que obliga a entregar agua al oeste pampeano a través del río Atuel.