Tras el pedido de condena por parte de su abogado, los padres de Agustina le hablaron al jurado popular este miércoles. Abrazados, entre lágrimas, pidieron justicia por su hija.
“Es un proceso largo, pero justo. Son muchas las emociones. Agus no vuelve, pero sí pedimos estar en una sociedad libre. Que mi hija pueda creer que puede caminar tranquila, ser libre y decidir”, dijo su mamá, Silvana Capello.
Luego, con la entereza que mostraron durante toda la investigación, la mujer miró a Parra. Y le habló directamente. “A usted, señor Parra, Agustina le dice no es no”.
Mariano Fernández, el papá de Agustina, le habló solo al jurado. “No voy a decir nada para conmoverlos, porque no me quiero emocionar. He aguantado un montón hasta acá. Les agradezco, porque estuvieron acá, aceptaron este compromiso, duro, ustedes vieron las imágenes que nosotros tratamos de evitar”.
Y les planteó, “ustedes, en sus manos, tienen la responsabilidad de que un asesino no esté en las calles. En sus calles. A ustedes se les demostró con pruebas lo que había pasado y cómo había pasado”.
Alegato de la defensa
El abogado defensor de Pablo Parra, Juan Manuel Coto, insistió en que el acusado es inocente. “Estamos acá por el plan que alguien tuvo, que les cambió los planes a todos y que está deseando que ustedes hoy condenen a Pablo Parra. Y el culpable va a seguir caminando entre nosotros”, dijo a los jurados.
En el inicio del alegato, Coto rechazó que hubiese una relación de acoso del acusado hacia Agustina. “Ella nunca manifestó una situación de peligro. Agustina cenó la noche anterior con Parra. ¿Dónde está el rechazo?”.
Luego, aseguró que “demostramos que Pablo Parra había sido asaltado por una persona que usaba guantes. Esta es una historia de inseguridad, Cipolletti es inseguro -dijo Coto al jurado-. Ustedes caminan por Cipolletti”.
Coto recordó al jurado que hubo un robo en el complejo de departamentos y otro intentó, que no se concretó. Mostró al jurado fotos de robos previos y “que Parra tenía la bicicleta atada en el patio trasero. Pablo Parra tenía miedo de que le roben. El contexto muestra que esto es un hecho de inseguridad, habían intentado entrar dos veces a ese departamento ¿De verdad piensan que, en las dos horas de esa tarde, por ese encuentro -entre Agustina y Netanael Carrasco- Parra planeó todos eso?”, dijo el abogado.
La teoría de los acusadores tiene como elemento central que Parra escuchó el encuentro sexual que mantuvo Agustina esa tarde. El defensor, por su parte, sostuvo: “Nadie en el complejo escuchó nada. ¿Cómo probaron ellos que Parra escuchó?”.
Coto manifestó que los acusadores presentaron al acusado como una persona impulsiva, que al mismo tiempo planeó un crimen en dos horas. Sin embargo, “algo que no se entiende es que luego del encuentro de Agustina, Parra y ella se cruzaron en la puerta. Lo vieron dos testigos dijeron que el trato fue cordial, nada agresivo. Pero -los acusadores- dijeron que él estaba devastado”.
Otros sospechosos
El defensor de Parra dijo que es un hecho que hay otras personas sospechosas. Resaltó el testimonio del dueño de la despensa que brindó los datos para la confección del identikit y describió que parte de su ropa era de color azul, como el trozo de tela y las fibras que tenía la ropa de Agustina. “La Brigada (de Investigaciones) tenía datos y sospechosos por el identikit” a los que no les hicieron ADN y los descartaron.
El abogado defensor recordó el intercambio por redes sociales en el que una persona le informaba a un periodista quién había sido el asesino y relataba que fue durante un robo. “Los investigadores dijeron que el dato fue de un Facebook trucho, pero no investigaron” para determinar quién brindó los datos.
Coto expresó que uno de los sospechosos, a quien se descartó por la ubicación de su celular, usaba “alternadamente el teléfono de su hermana”. Y dijo al jurado “ese teléfono impactó en la antena del complejo hasta las 19:44. Eso no estaba en los informes de los testigos policiales del juicio. Cuando nosotros preguntamos, se olvidaban”.
Críticas a la investigación y a un perito
Coto apuntó a la falta de evidencias, como la identificación del encapuchado que fue señalado como el asesino e identificado como Pablo Parra por los acusadores. Aseguró que no se mostraron imágenes de cámaras clave al jurado y apuntó al criminalista de la querella, Eduardo Prueger. “Prueger tenía interés personal, escribió en sus redes que era un femicidio antes de ser contratado”, afirmó.
El abogado defensor aseguró que el peritaje por el que el perito determinó que el encapuchado coincide en altura con Parra no fue bien realizado. “Hay alturas que no coinciden y cuando le consultamos no dio explicaciones”, afirmó. “Prueger mostró tres huellas en la puerta, pero había cuatro”, denunció.
También apuntó a otros aspectos del informe del perito, que fue clave para los acusadores. “Dice que Parra ingresa por el paredón y corre la concertina, que quedó del lado de atrás. ¿Cómo que ingresa por el paredón y la tira hacia fuera? La tiró el ladrón al salir”.
“Hubo un sesgo contra Parra”
El abogado defensor de Pablo Parra aseguró que los investigadores tuvieron un “sesgo contra Parra”. Lo afirmó a partir de la comparación del trato con el sospechoso del anillo. Explicó que ese hombre tenía lesiones en las manos y los investigadores lo justificaron diciendo que “se había peleado con la mujer”. Parra “no tenía lesiones”.
También detalló que no había rastros de ADN de ninguno de los dos en el cuerpo de la víctima. “Al sospechoso lo descartaron por el ADN. A Parra, no”.
Coto advirtió que la investigación, además, careció de insumos y de descuidos durante los operativos. “La toma de muestras de ADN se hizo en cinco dedos, por ejemplo, porque no tenían hisopos suficientes”. Luego, mostró el cajón del que a Parra le robaron 1000 dólares -según su denuncia- y aseguró: “No se peritó la manija para buscar huellas. No hubo celo en la investigación”.
“Un oficial detalló que no tenía hisopo. Otro agente dijo que si utilizan un traje blanco para no contaminar por cada caso se les terminan en cinco días. Levantaron huellas sin guantes, porque no tenían. Esto es importante porque si se condena a un inocente, estas cosas no cambian”, dijo Coto.